martes, 27 de septiembre de 2011

Mr. GAM CHOU

Un video del Gran Maestro Hu Yuen Chou. En realidad, estaría un peldaño por encima de la categoría de Gran Maestro. En inglés podría traducirse como Great Grand Master. No me atrevo a ofrecer una expresión equivalente en castellano. El video es, a nuestro parecer, impresionante. Para conocer más sobre esta emblemática figura de las Artes Marciales Chinas consultar aquí.

viernes, 23 de septiembre de 2011

APRENDER REALMENTE CHIN-NA por el Dr. Yang Jwing Ming

Ahí va otro artículo del Dr. Yang Jwing Ming (para más información sobre esta excepcional figura del mundo de las Artes Marciales Chinas, consultar aquí), uno de los más admirados tanto por mí como en el ámbito de la Asociación Aragonesa de Kung-fu Tradicional. En el artículo describe unas pautas de trabajo para aquellos que por la razón que sea abordan de forma autodidacta el estudio del Chin Na (servidor se declara culpable de pertenecer a ese colectivo). Y es que, ciertamente, en el kung-fu no basta con acudir a clase dos o tres veces por semana; es necesaria la práctica, la reflexión, el estudio y la investigación por nuestra cuenta. Como se suele decir, en las clases se indica el camino pero luego somos cada uno de nosotros quien ha de recorrerlo personalmente; nuestro Sifu siempre estará ahí para guiarnos por los vericuetos más enrevesados si fuese necesario, pero nuestro esfuerzo personal es condición necesaria para progresar en el arte.

A continuación, y como complemento, se propone de la mano de Sifu Javier Marcos una aplicación práctica del Chin Na. La serie fotográfica y sus comentarios son de elaboración propia;  no han sido refrendados en modo alguno por el Dr. Yang Jwing Ming. Nuestra Escuela, desgraciadamente, no tiene ninguna relación con dicho Maestro, más allá de la evidente admiración, ni hay nadie en su seno que tenga la consideración de alumno suyo. Lamentablemente, este Maestro no parece prodigarse mucho por nuestro país.


Aunque es muy difícil aprehender a través de un libro o un video las técnicas de Chin Na con un 100% de precisión, muchas de ellas aún se pueden asimilar en la medida que se reflexione, practique y pregunte humildemente. No se puede negar que un instructor cualificado ayudará a acortar el tiempo de aprendizaje y a transmitir los detalles clave de cada técnica. Sin embargo, si no contamos con él, entonces deberemos confiar en nosotros mismos.

Lo primero que hay que tener en cuenta cuando aprendemos de forma autodidacta es hay que centrarse en el principio subyacente en cada técnica. Esto no sólo nos ayudará a aprender la técnica en cuestión, sino también aquellas otras que estén basadas en el mismo principio. Una completa comprensión de la teoría y los principios incluso nos permitirá diseñar técnicas nosotros mismos.

En segundo lugar, después de aprender una técnica de un libro, es preciso encontrar un compañero que también esté interesado en la investigación para discutir la técnica y sus principios. Hay que experimentar con ella, adquirir experiencia, familiarizarse con la técnica y, finalmente, dominarla. No hay nada mejor que practicar, practicar y practicar. La práctica constante hace que una técnica sea eficaz, viva y natural. Es imprescindible comprender que para que una técnica sea efectiva, debe ser aplicada de manera natural, como una reacción instintiva. Solo entonces podremos decir que hemos asimilado la técnica.

A medida que practiquemos el Chin Na, aprenderemos cuanta fuerza necesitamos para aplicar la misma técnica en diferentes personas. Algo que sólo se puede aprender a través de la práctica con diferentes tipos de individuos. Por otro parte, recordar que cuando practiquemos nuestro Chin Na debemos entrenar nuestro Yi. “Yi” en chino significa “mente”. Debemos centrar nuestra mente en la técnica y entonces podremos sentir si es correcta o no y ser capaces de dirigir nuestro Qi para apoyarla. Recordar que cuando usamos el Chin Na, la sensibilidad representa el 80% de la técnica. Hay que entrenar el sentido del tacto para saber sin mirar si nuestro control es efectivo.

Además, cuando se practique con un compañero hay que ser cuidadoso para evitar lesiones. Algunas pueden tardar meses en sanar por completo y si no tenemos cuidado podemos causarnos daños permanentes y sufrir problemas durante el resto de nuestra vida. Por tanto, durante el entrenamiento debemos controlar la fuerza que se aplica. Hay que jugar sobre seguro y de manera inteligente, no de forma arrojada y estúpida. También es conveniente aprender las técnicas básicas para el tratamiento y curación de lesiones.

A menudo, los libros de Chin Na muestran a los contendientes en posiciones concretas y ejecutando determinados ataques o movimientos pero probablemente nos vamos a encontrar que a la hora de utilizar realmente esas técnicas las cosas son muy diferentes. Una vez que aprendamos la técnica conforme se explica en el libro y seamos capaces de aplicarla de manera fácil y efectiva, hay que experimentar con ella para encontrar sus límites y cómo puede ser modificada. Cada técnica esta diseñada para unas circunstancias particulares y si bien pueden ser modificadas, hay escenarios en los que podrían ser ineficaces o incluso peligrosas para nosotros. Además, muchas veces nos encontraremos con que a la hora de comenzar a aplicar la técnica nuestro oponente se moverá o contratacará y habrá que modificarla, intentar otra o incluso retirarnos. No dominaremos el arte hasta que no hayamos aprendido todas estas cosas.

Si practicamos adecuadamente Chin Na para controlar las articulaciones con nuestro compañero, eventualmente estaremos ayudándonos el uno al otro a estirar y acondicionar nuestras articulaciones. Este tipo de ejercicio es muy saludable para las articulaciones. Una de las reglas básicas a la hora de practicar es que si cuando aplicamos una técnica a nuestro compañero éste todavía es capaz de devolver el golpe de cualquier forma, la técnica es incorrecta. Nuestra seguridad es siempre la primera preocupación a la hora de aplicar una técnica. Además, si no podemos usarla con habilidad suficiente en una situación práctica, entonces nuestra técnica es inútil.

Por supuesto, si nos enfrentamos a un enemigo real, lo primero que hay que hacer es dañarle para que su capacidad de combate se reduzca de inmediato. Para lesionar a nuestro oponente, debemos poseer Jin para que nuestras técnicas sean eficaces. Jin es una manera de expresar la fuerza que puede incrementarla y hacerla más penetrate. Cuando se expresa el Jin, los músculos y los tendones son apoyados por el Qi de nuestro cuerpo de forma que unos y otros alcanzan su máxima eficiencia. El Jin se puede clasificar en duro, suave-duro y suave. Cuando aplicamos una técnica de Chin Na, independientemente de la categoría en que se pueda encuadrar, si no sabemos como usar nuestro Jin en esa técnica concreta, entonces no será efectiva. Por ejemplo, si no usamos Jin en Fen Jin Chin Na (dividir o agarrar el músculo/tendon), nuestro oponente tendrá la oportunidad de usar sus músculos para resistir a los nuestros. Si no empleamos el Jin a modo de sacudida en Cuo Gu Chin Na (desplazar el hueso), no seremos capaces de romper o sacar de su lugar las articulaciones del oponente. De la misma forma, en las técnicas para cortar la respiración o golpear puntos vitales, si no se utilizar el Jin, la fuerza no penetrará hasta la profundidad adecuada y la técnica tampoco será eficaz.

A continuación os ofrecemos una serie técnica en la que se desarrolla una técnica de Chin  Na:

Secuencia 1
Sifu Javier Marcos y su asistente en esta ocasión, David Lopez, se situan en posicion de guardia, ambos con la pierna derecha adelantada.

Secuencia 2
David lanza un jab de derecha que es interceptado por Sifu Javier Marcos con su antebrazo derecho utilizando Chuin-nau, a la vez que da un paso atrás adoptando la posición Diu-Ma. Esta acción evasiva apoya su bloqueo proporcionándole una distancia de seguridad. Hay que tener en cuenta que el oponente puede golpear a la vez que avanza generando una fuerza inusitada que podría atravesar nuestro bloqueo. Al retroceder de esa forma, prevenimos que el golpe nos pueda alcanzar en ese caso.

Nótese la posición de la mano izquierda, al lado del codo derecho y protegiendo su plexo solar. Desde ahí esa mano podría bloquear arriba, abajo o hacia fuera defendiendo ulteriores ataques. Es importante advertir también como en el Chuin-Nau la mano que bloquea gira hacia fuera, disponiéndose para agarrar el brazo del contrincante. Es un detalle de importancia táctica como luego se verá al desarrollar el contrataque.

Secuencia 3
Sifu Javier Marcos agarra el antebrazo de David desde el Chuin-Nau y tira bruscamente de su brazo hacia abajo, en un movimiento similar a Zuo Hai Di Zhen (clavar la aguja en el fondo del mar), de la forma de Tai Chi Chuan. Es un tirón súbito que puede tener efectos devastadores sobre las cervicales del adversario. Aquí el trabajo de las posiciones de kung-fu queda patente; la posición debe ser firme, estable, el tronco no ha inclinarse en exceso hacia delante con el riesgo de ser desequilibrados, ni hacia atrás, perdiendo nuestro centro. Fijarse que la mano izquierda continúa protegiendo, lista para lo que pueda venir todavía.

Secuencia 4
Sin dilación, Sifu Javier Marcos avanza hacia delante a la vez que dobla la muñeca de David hacia dentro, de forma que sus dedos apunten hacia su torso, presionando hacia arriba y sin olvidar controlar su codo. Este es el ángulo correcto en el que se ha de colocar la articulación para poder realizar esta técnica. Se trata de una técnica de Chin Na sobre la muñeca encuadrada dentro de la categoría Fen Jin Chin Na (dividir el músculo / tendón). Aunque no se aprecia bien en la foto, son los dedos corazón, anular y meñique los que protagonizan el agarre; el papel del índice y el pulgar suele ser presionar puntos vitales de las inmediaciones.

Secuencia 5
Sifu Javier Marcos continua presionando hacia arriba HASTA QUE SU CONTRINCANTE TERMINA SOBRE LA PUNTA DE LOS PIES, posición desde la que dificilmente va a poder golpearnos con sus puños o lanzarnos una patada.

Seguidamente, proponemos otra alternativa a la técnica anterior.

Secuencia 3.1
Otra perspectiva de la Secuencia 2.

Secuencia 4.1
Ahora Sifu Javier Marcos cambia su posición a Nau Ma, con la pierna derecha adelantada, al tiempo que eleva y gira el brazo de David en sentido contrario a las agujas del reloj para que la articulación del codo termine mirando hacia abajo. Desde ahí, golpeará hacia arriba con el codo izquierdo en su axila  utilizando Ping Jung sin soltar su presa en la muñeca, para inmediatamente después practicar una palanca sobre la articulación del codo sin más que tirar hacia abajo con su mano derecha, en la que el punto de apoyo o fulcro es la zona del húmero del brazo izquierdo de Sifu Javier Marcos. Una vez más David termina sobre la punta de sus pies presa del dolor e incapaz de contratacar.

martes, 20 de septiembre de 2011

LA RELAJACION EN EL CHOY LI FUT

A la hora de comenzar a aprender algo nuevo solemos preguntarnos a menudo: ¿Por donde empiezo? Al principio, la tarea puede parecer intimidante y podemos sentir la tentación de renunciar antes de que podemos divertirnos realmente con las nuevas habilidades que hemos adquirido. La duda es el enemigo persistente de un principiante, sea cual sea la actividad de que se trate. Por tanto, ¿cómo podemos emprender el camino del descubrimiento con total confianza y la mentalidad necesaria para perseverar? Es fácil: simplemente hay que relajarse.

El arte del Choy Li Fut conduce al individuo a una rápida comprensión de su poder inherente y su capacidad creativa enseñando en primer lugar el principio de la Relajación. Es nuestra capacidad para relajarnos de forma dinámica y apropiadamente la que libera los talentos naturales del cuerpo y libera nuestra mente de las ataduras de la rigidez. Mediante la plena expresión de este principio encontraremos los recursos para impulsar por completo nuestra capacidad para defendernos, así como para desenvolvernos en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. Ahora bien, ¿qué tiene que ver exactamente la relajación con la cuestión de la autodefensa?

Cuando nos encontramos en una situación amenazante nuestro primer pensamiento, probablemente, no sea relajarnos pero es lo que debería ocurrir. El principio de la relajación nos otorga una total capacidad para defendernos por muchas razones. Una de ellas es que, al relajarnos, reducimos el riesgo de resultar heridos cuando nuestro oponente nos golpea o aplica una técnica de luxación y/o control sobre nuestras articulaciones. Al oponer fuerza contra fuerza, absorbemos toda la potencia de ese golpe o técnica. Pero si nos relajamos, la zona del cuerpo que esta siendo golpeada o manipulada puede desplazarse con el golpe o la técnica sin aceptar la plena fuerza del oponente. Vamos a imaginar que dejamos caer una piedra grande en un estanque de agua. El agua simplemente se aparta de su camino y luego rodea la roca. Pero si el agua está helada, el hielo se agrietará y convertirá en añicos. De forma similar, si estamos tensos cuando nuestro contrincante nos golpea o intenta controlar y/o dañar nuestras articulaciones, su fuerza causará muchos más daños que se estuviésemos relajados.

Quizás la razón más importante para practicar la relajación es que nos ayudará a desarrollar un poder explosivo y letal. Una ecuación tomada de la segunda ley de Newton de la dinámica establece que la fuerza (F) es igual a la masa (m) por la aceleración (a): F = ma. Por tanto, para incrementar nuestra fuerza al golpear deberemos incrementar la masa disponible de nuestro cuerpo y la velocidad, poniendo atención en desarrollar la capacidad de utilizar hasta la última pizca de masa disponible detrás de cada movimiento y ejecutarlo con una aceleración explosiva máxima. Pero, ¿cómo se obtiene la capacidad de lograr esto?

¿Has intentado alguna vez recoger en brazos un bebe dormido? El que lo haya hecho, habrá podido constatar que el bebé parecía más pesado que cuando estaba despierto. Eso es debido a que el bebé se relajó y toda su masa corporal se asentó. De forma similar, cuando nos relajamos, parece que la masa de nuestros músculos aumenta ya que ello permite utilizar en cada movimiento todas las células de tejido muscular disponibles. Si tensamos el brazo durante un movimiento, estamos sosteniendo artificialmente los tejidos e impidiendo su funcionamiento más eficiente.

La relajación también aumenta la fuerza mediante el incremento de nuestra velocidad. Cuando los músculos están tensos tiran unos contra otros y se refrenan mutuamente. Combatir con los músculos tensionados es como conducir un coche con un pie en el acelerador y otro en el freno. Así, la tensión en nuestros músculos ralentiza nuestro ataque y reduce nuestra fuerza. Por el contrario, si se encuentran relajados nuestros movimientos serán mucho más rápidos y, por tanto, mucho más potentes.

La relajación crea el marco adecuado para que los músculos de nuestro cuerpo funcionen de la forma más eficiente que son capaces. El tejido muscular se estabilizará y el incremento de masa se transferirá  sin problemas al objetivo. Las fibras musculares serán capaces de acelerar cada movimiento indefectiblemente, permitiendo que alcancen la máxima velocidad. Las dos juntas - masa y velocidad – utilizadas en un movimiento de ataque como, por ejemplo, un puñetazo, crean un poderoso impulso que se traslada al objetivo en forma de devastadora energía cinética, lo suficientemente potente como para detener a cualquier agresor.

Pero por encima del beneficio físico que otorga una adecuada relajación, es mas importante incluso el poder mental que se consigue a través de su práctica. Cuando la mente se encuentra calmada y alerta a través de la relajación consciente, la conciencia se amplia significativamente y la capacidad de procesar la información sensorial se tornará más rápida; nuestras decisiones serán mas precisas y fluidas, libres de la vacilación mental que se experimenta a menudo.

La respiración profunda ayuda a relajarse tanto física como mentalmente cuando nos encontramos en una confrontación. Esta táctica es utilizada por las personas que hablan en público, los deportistas profesionales e, incluso, los soldados. Al respirar profundamente, enviamos más oxigeno al cerebro y somos capaces de pensar con más claridad. El aumento de oxígeno también alivia la sensación de pánico y estimula el flujo de adrenalina. Respirar profundamente también nos ayudará a relajar los músculos, de forma que nuestros movimientos sean más potentes. En combate, vamos a hacer las mismas cosas que practicamos por lo que para adquirir el hábito de relajarse en una pelea tendremos que relajarnos durante nuestro entrenamiento.


Cuando nuestra habilidad para relajarnos se haya convertido en algo intrínseco habremos encontrado la clave que el Choy Li Fut nos ofrece para desbloquear nuestro poder y darnos plena libertad de expresión. Veremos que nuestra mente no se altera tan fácilmente y que situaciones que antes experimentábamos como una crisis ahora son sólo retos fácilmente superables.

viernes, 16 de septiembre de 2011

ADIVINA QUIEN VIENE A CENAR ¡TU MAESTRO!

Se podría decir que este artículo es una ampliación y continuación del que ya publicamos en su día El respeto es el camino correcto, por el G.M. Doc-Fai Wong. Mucha información que se presenta puede resultar desde la perspectiva occidental, cuando menos, chocante. Y en la mente de algunos puede que aparezca la palabra "servilismo" parpadeando con brillantes luces al ritmo de una sirena de alarma. Sin embargo, el enfoque correcto consiste en contemplarla dentro de su marco cultural y, desde luego, me remito al último párrafo del texto. Todo ello, claro, siempre que estemos tratando con un maestro oriental. Que lo disfrutéis.

Lo que se debe y no se debe hacer en un banquete de etiqueta chino

La cultura tradicional china esta llena de formalidades y normas de cortesía y aunque la moderna China no se puede comparar con la romántica China de siglos atrás, muchas de las tradicionales normas de etiqueta y conveniencia social todavía se observan estrictamente. Esto es especialmente cierto en cenas y banquetes ya que compartir una comida es quizás el pasatiempo favorito de los chinos.

El mayor banquete chino conmemora el Año Nuevo Lunar o Festival de Primavera (chun jie). Para los extranjeros invitados a compartir las festividades del año nuevo, es importante estar al tanto de las formalidades sociales tradicionales para evitar perder prestigio, tanto ellos como sus anfitriones. Por supuesto, la mayoría de los chinos no van a hacer rendir cuentas a sus invitados extranjeros sobre el cumplimiento de esas estrictas normas de conducta; sin embargo, no cabe duda de que el anfitrión apreciará el esfuerzo realizado para ello ya que demostrará un profundo aprecio y respeto a sus tradiciones.

No obstante, existen unas circunstancias especiales reservadas para los artistas marciales. Muchos practicantes tradicionales, especialmente de estilos del sur, observan la etiqueta de manera muy estricta. Se piensa que el comportamiento social de un estudiante refleja directamente el nivel y calidad de la instrucción impartida por su maestro y, en este sentido, es absolutamente imperativo para un estudiante serio emplear el tiempo necesario para familiarizarse con las normas de etiqueta tradicional y evitar faltar el respeto inadvertidamente a su maestro y linaje.

Antes de la comida

La primera y principal norma de cortesía a observar es dirigirse adecuadamente al maestro. El estudiante siempre debe saludar al maestro correctamente. Los títulos puede variar en función de la escuela y el sistema, así que si uno es nuevo en la escuela y no está seguro de cómo abordar al maestro, un simple “hola” con una sonrisa suave y el contacto visual agradable debería ser suficiente.

Para complementar el saludo, se pueden realizar una serie de gestos. Muchas artistas marciales chinos se saludan formalmente con un “baoquan” o “abrazo de puño” Este gesto se hace tomando el puño derecho con la mano izquierda. Para hacer este gesto más cortés, se puede agregar una ligera reverencia. Arrodillarse es otro gesto común para saludar al maestro pero hoy en día es poco común. Si se hace de forma dramática, sobre todo delante de una gran multitud, se puede considerar bastante grosero o violento. Si se quiere que se perciba como un gesto sincero, debe hacerse en privado, en un ambiente íntimo.

En el trayecto

Mientras estemos de camino, también hay una serie de formalidades específicas que debemos observar. Si vamos a pie, hemos de caminar siempre al lado o detrás del maestro. Ir por delante sólo es apropiado si él no conoce el trayecto. Una vez que se llega al destino, hay que abrirle la puerta o, si la puerta está cerrada, llamar en nombre suyo y luego dar un paso atrás. Si viajamos en transporte público o un taxi, abrir y sostener siempre la puerta del vehículo al maestro. E insistir invariablemente en llevar su equipaje y estar preparados para pagar el viaje y, si es apropiado, dar la propina al conductor.

Si somos nosotros los que conducimos, hay que cerciorarnos de seguir cuidadosamente todas las normas de tráfico y conducir siempre a la velocidad adecuada. Evitar conducir bruscamente, perderse, o cualquier otra circunstancia que pueda incomodar al maestro a lo largo del paseo. Además, nos abstendremos de poner música excesivamente alta o explícita. Si es el maestro el que conduce, no sentaremos cómodamente y en silencio e intentaremos no molestar al maestro con pequeñas preguntas y trivialidades. Igualmente, habrá que estar preparados para pagar cualquier peaje o aparcamiento que sea necesario abonar. A la llegada, asegurarnos de dar las gracias al maestro por conducir.

Durante la comida

Compartir una comida con el maestro es una oportunidad maravillosa que no debe tomarse a la ligera (especialmente si se trata la comida del Año Nuevo Chino, ya que esta festividad está reservada para la familia más inmediata). Hay que recordar que no todas las lecciones se enseñan en el Kwoon y que, a menudo, la simple observación de cómo se comporta el maestro durante las actividades cotidianas, como una comida, puede proporcionarnos información valiosa acerca de cómo los principios marciales trascienden los simples puñetazos y patadas. En este sentido, compartir una comida con el maestro puede significar una oportunidad de oro para fomentar nuestra comprensión y práctica.
Lo primero que hay que tomar en consideración en un banquete es la disposición de los asientos. Nunca hay que apresurarse a tomar asiento o hacerlo inmediatamente. Cuando se cena con el maestro, siempre es mejor ser invitado a la silla. El maestro debe sentarse en el asiento principal, es decir con la espalda contra la pared y en posición de permitir observar la entrada principal y/o la cocina. Desde ese asiento, los invitados más distinguidos del maestro, su cónyuge y sus discípulos se van sentando al lado. El resto de invitados normalmente se abren en abanico desde allí por orden de antigüedad. 


Una vez sentados, permanecer calmados y sumamente presentes y mantener siempre una buena postura. Evitar parecer inquieto, nervioso o cualquier otro comportamiento ansioso. Exhibir una sonrisa relajada y mantener un buen contacto visual con la gente. No hablar fuera de turno y tener especial cuidado en no susurrar, chismorrear, reir disimuladamente o hacerlo con una risilla sofocada con un vecino. Al hablar, utilizar siempre un tono y volumen apropiados. Si se hace una pregunta al maestro, que sea significativa y concisa; lo ideal es que el resto de invitados puedan beneficiarse también de la respuesta. En general, sin embargo, uno debería guardar silencio cortésmente a fin de crear un espacio para el maestro que le permita compartir la información en su tiempo libre.

Hay que empezar a comer sólo cuando el maestro haga la invitación. Se debe comer lenta y moderadamente, de forma educada, disfrutando y saboreando cada bocado. Se considera grosero precipitarse a la comida, estirándose para alcanzarla, acapararla o hacerse con los mejores bocados, ya que sería un indicativo de que nuestro interés por la comida es superior al de compartir el tiempo con el maestro. Por el contrario, es muy importante llevar el ritmo ya que dejar de comer a mitad de la comida puede ser considerado de mala educación también.

En el momento de servirse, esperar hasta que el maestro, los invitados de honor y los estudiantes más antiguos hayan sido asistidos. Por otro parte, uno debería servirse de la comida que está a nuestro alcance más inmediato. Servir al maestro es una tarea reservada al personal de servicio y a la persona sentada justo al lado del maestro. Es apropiado servirle arroz, fideos o sopa; por lo demás, es mejor permitir que el maestro se sirva el mismo. Si la mesa está equipada con una “Lazy Susan” (Se trata de una bandeja giratoria para servir la comida en la mesa; ver foto de abajo), lo mejor es dejar que sean los otros los que la giren, y tocarla sólo para ayudar al resto de invitados a alcanzar un plato con más comodidad.

 
 Si nos sentamos junto al maestro, tendremos que estar al tanto de sus necesidades, ya sea una servilleta, un utensilio u otra cosa. También hay que prestar atención a su vaso y no permitir nunca que se sirva él mismo. A la hora de servir el te, por lo general el primero siempre es el maestro y después, por este orden, sus invitados de mas edad, los invitados más jóvenes, los estudiantes más veteranos y, en último lugar, uno mismo. Si el maestro nos sirve el te, hemos de asegurarnos de sujetar la taza con ambas manos para mostrar mayor cortesía y también podemos ponernos de pie mientras lo hace.

Si se propusiese un brindis, levantar la copa mientras se ofrece. Y al tocar los vasos, la boca del nuestro debe situarse por debajo de la del vaso del otro como un simple gesto de respeto. Si hubiese demasiadas personas como para tocar los vasos de todas o si alguna no se pudiera alcanzar cómodamente, es aceptable golpear suavemente el fondo del vaso contra la mesa y elevarlo hacia los invitados a los que no se puede llegar. Si el brindis es en tu honor, es de buena educación devolverlo posteriormente en algún momento de la comida, antes de que termine. Y si somos nosotros los que lo proponemos, que sea sencillo; cortas expresiones de gratitud, buenos deseos para la salud o relaciones fructíferas son siempre temas adecuados para brindar. Para ser más educado, podemos permanecer de pie mientras se propone el brindis. Después de los brindis en grupo, también es correcto brindar por los invitados individuales.

Si se bebe alcohol, tomar pequeños sorbos de respeto a menos que sea invitado expresamente por el maestro a “gan bei” (secar la copa). Siempre es mejor evitar rellenar nuestro propio vaso, especialmente si la bebida es alcoholica. Además, esta bien tomar te o agua para nuestro propio disfrute pero el alcohol siempre ha de tomarse con otro invitado. En una celebración, es de esperar que los invitados se emborrachen; sin embargo, se debería mantener la compostura ya que un comportamiento lascivo y ebrio se considera una enorme “pérdida de cara”. Si no bebemos alcohol, es importante informar al maestro antes de la comida. Y si creemos que ya hemos bebido suficiente, esta bien rechazar suavemente bebidas adicionales.

Al finalizar la comida, dejar siempre un pequeño bocado en el plato al terminar. Si dejamos el plato limpio, significará que no hemos tenido suficiente y entonces será responsabilidad del anfitrión procurar mas comida. Si es un grupo grande el que ha quedado para comer, los arreglos para pagar la factura deberían realizarse entre los estudiantes con carácter previo para no organizar un lío al final de la comida. Y si se trata simplemente de una comida entre nosotros y el maestro y/o los invitados de éste, lo mejor es deslizar de manera casual una tarjeta de crédito o débito al camarero antes del comienzo. El maestro nunca debería tener que pagar por una comida.

En el supuesto de que tuvieramos que excusarnos en el transcurso de la comida, colocaremos los palillos al lado de nuestro plato o cuenco antes de salir. Nunca hay que dejarlos en un cuenco de arroz ya que es un símbolo asociado a la muerte. Otros gestos que hay que evitar son chasquear los dedos, señalar o silbar ya que se consideran de mala educación.

Despues de la comida

Después de la comida, esta bien dar un regalo al maestro; sin embargo, debería ser un presente modesto para evitar ofender a los otros invitados que no hayan traído nada Generalmente, cuando se da un regalo el receptor lo rechazará educadamente por lo menos dos o tres veces. Lo que se espera entonces es que la persona que lo entrega persista cortésmente hasta que sea aceptado; no obstante, habrá que estar atentos a la posibilidad de que sea un rechazo sincero. Cuando el regalo sea aceptado, ofrecerlo con ambas manos.

Son regalos adecuados: plantas o flores en macetas, objetos de arte o artesanía de calidad, algo de su cultura nativa o que creamos que el maestro podría utilizar o que usaría a menudo, o algo que podría beneficiar o embellecer la escuela. Para el Año Nuevo Chino, es apropiado entregar frutas, dulces, ropa, alcohol de calidad, o, si el maestro fuma, un buen tabaco. El papel de regalo es un detalle agradable pero ha de ser rojo o dorado. Si queremos dar dinero, hay que introducirlo en un sobre rojo y ha de ser una cantidad divisible por 3, 5, 8 ó 9.

Nunca hay que regalar al maestro un reloj, un calendario, o flores cortadas; ni cosas que sean blancas o envueltas en papel blanco; ni artículos que vayan en grupos de cuatro ya que todas estas cosas son simbólicas de la muerte y los funerales. Tampoco hay que obsequiar nada que sea afilado, como un cuchillo o unas tijeras puesto que podría simbolizar que se cortan los vínculos y la relación. Por último, hay que tener cuidado de no ofrecer regalos de comida que puedan simbolizar pobreza o desesperación.

Es muy común sacar fotos antes de que los invitados se marchen. Para evitar ser grosero, debemos asegurarnos de que el maestro sabe que va a ser fotografiado antes de disparar. En una fotografía en la aparezcamos solos con nuestro maestro siempre deberemos situarnos de pie a su lado derecho. Si son fotos de grupo, habrá que cerciorarse de que el maestro se encuentra en el medio.

Aunque todas estas formalidades puedan parecer excesivas e, incluso, despóticas, son muy importantes. Realizar un esfuerzo extra para observar la cortesía debida es una de las mejores maneras de lograr una impresión positiva en el maestro y ayudar a establecer una dinámica más fuerte. En la cultura china, la relación entre el maestro y el discípulo es sagrada y, en este contexto, el estudiante sincero debería hacer todo lo posible para mostrar el más alto nivel de respeto.

domingo, 4 de septiembre de 2011

DIM MAK - Punto Si Zhu Kong (Bambú vacio)

Comenzamos una nueva serie de entradas en las que intentaré ir describiendo la situación de distintos puntos vitales y los efectos de golpear en los mismos. Debo reconocer que durante un par de semanas he estado reflexionando acerca de la conveniencia de escribir estos pequeños artículos; no por secretismo ni ninguna tontería de esas. En pleno siglo XXI, con el auge de la sociedad de la información, ese tipo de consideraciones resultan hasta infantiles.
Pero mi... digamos,... sensibilidad se oponía a convertirme en responsable, siquiera mínimante, de difundir una información que, ciertamente, no es para tratarla con ligereza. Y es que, como se irá comprobando con la lectura de estas entradas, los efectos de golpear en determinas ubicaciones anatómicas pueden ser realmente graves.
No obstante, dada la facilidad con la que, para bien y para mal, Internet se convierte en vehículo de transmisión de todo tipo de información, según he comentado antes, esos escrupulos terminaron antojándoseme también infantiles.
Así que he creido más positivo sumarme a ese caudal de información con el objetivo de dejar patente la relativa fragilidad del cuerpo humano y llamar la atención sobre las consecuencias que una pelea puede conllevar.
En mi opinión, de la mano de la casualidad puede resultar relativamente sencillo que cualquiera de nosotros pueda ser golpeado o golpear en un punto vital con los nefastos efectos que ello puede suponer. Ojo, no estoy diciendo que cualquiera pueda convertirse leyendo un blog o un libro en un experto en Dim Mak, sino que el azar está presente en el cósmos y esa posibilidad existe. Y en ese supuesto las consecuencias para la integridad física de uno o las de carácter legal para el otro pueden suponer un serio revés en sus vidas. Así que cuidadito con lo que hacemos. Evitemos conflictos por nimiedades porque, como digo, las consecuencias pueden ser trágicas todos.
Pero por otra parte, si alguna vez TUVIERAMOS QUE DEFENDER NUESTRA VIDA, LA DE NUESTROS SERES QUERIDOS O DE CUALQUIER SEMEJANTE, mejor tener la información y el entrenamiento, por supuesto, que nos proporcionen recursos adicionales para salir airosos del trance. Porque tal y como solía decir uno de los Maestros con los que estudié: para que llore tu madre, que llore la del otro...

SI ZHU KONG

Ese punto esta situado en el borde saliente del hueso cigomático, junto a la órbita del ojo. Como referencias anátomicas tenemos la rama cigomática del nervio facial, la rama del nervio auricolotemporal, ramas frontales de la arteria y vena temporales superficiales. Si atendemos al sistema de meridianos es el punto TR-23 del meridiano del Triple calentador.

Dada su ubicación en una rama del nervio facial, se puede utilizar para causar una pérdida de conciencia o un aumento del efecto del parasímpatico sobre el corazón. El nervio facial tiene conexiones directas con el nervio vago y el trigémino cuya estimulación se ha vinculado a un paro cardiaco. Por tanto, la estimulación de este punto estimulará también esos dos nervios pudiendo provocar un síncope (desmayo) o un paro cardiaco en un individuo susceptible.
 
 

Además de lo anterior, un golpe en este punto provoca un agudo dolor, un importante hematoma y lagrimeo constante. En caso de fractura, aparte del shock, las astillas del hueso podrían dañar el ojo.
La parálisis de los músculos del ojo, temporal o irreversible, daría como resultado el posicionamiento anómalo del ojo (estrabismo). Y si la rama superior del nervio cerebral resulta dañada es posible que el ojo no sea capaz de volver a mirar hacia fuera, lo que produciría estrabismo convergente. 

Estrabismo convergente
Si se dañasen las fibras nerviosas del sistema nervioso autónomo (parasimpático) situadas dentro de los músculos internos del ojo, se deteriorarían la acomodación de la pupila y la actividad motora.