En el Tai-chi-chuan existen los llamados Clásicos. Son escritos redactados a lo largo de los siglos por respetados Maestros de Tai-chi-chuan de todos los estilos donde se describen los principios que se aplican en este arte.
Uno de esos principios descritos en los Clásicos hace referencia a la teoría de la energía y la potencia (jing en chino). Se entiende por potencia la mayor fuerza que un músculo o grupo de músculos pueden ejercer en el plazo de tiempo mas corto posible. Está escrito que " el Jing comienza en los pies; se mueve con las piernas; es dirigido por la cadera hacia los brazos y emitido a través de las manos". Pero aquí termina la descripción. No se menciona cómo la energía o Jing es emitida por las manos. ¿Acaso fluye hacia fuera como si fuera una entidad mágica, acumulando fuerza y dirigiéndose a su objetivo a velocidad de crucero? Es obvio que no; nuestra fuerza debe ser aplicada desde las mismas manos para tener algún efecto sobre el oponente.
Tal y como lo describen los Clásicos del Tai-Chi, la fuerza comienza en ambos pies al estar en contacto con la tierra y firmemente arraigados. Así, el pie atrasado no debe levantarse del suelo de ninguna manera y mientras empujamos hacia delante con el pie adelantado, empujamos también a la vez hacia atrás con el pie atrasado, de forma que el efecto es cómo si estuviésemos agarrados al suelo mediante raíces, igual que un árbol.
La energía se mueve hacia delante o hacia detrás de la misma forma que las piernas mueven nuestro cuerpo. De esta forma, el cuerpo entero produce la fuerza de empuje detrás de nuestras técnicas de tai-chi; no sólo nuestros brazos y hombros. Aquí está la diferencia entre mover únicamente los extremidades superiores y el movimiento correcto del cuerpo conectado a los brazos.
La cintura dirige la energía. En vez mover sólo un brazo en la dirección en que queremos golpear o empujar, hay que girar primero la cintura y los brazos la seguirán. Esto permitirá mantener la alineación natural de la articulación del hombro respecto al tronco y multiplicará nuestra fuerza.
Desde la cintura, el Jing se dirige hacia los brazos, los cuales se mantienen extendidos desde el cuerpo en una posición natural para empujar, agarrar o golpear. Y los brazos reaccionan ante los movimientos del cuerpo y la cadera como si fueran incapaces de moverse con independencia del resto del cuerpo. En Tai-chi se dice que la cintura lleva los brazos.
La energía trasladada a los brazos se expresa mediante las manos. Aquí reside unos los secretos para el éxito con el Jing del Tai-chi. Las muñecas se mueven para enviar la energía o fuerza fuera del cuerpo del practicante de tai-chi hacia el objetivo. Si esto se hace a velocidad de pelea entonces hablamos de Fa Jing (Fuerza explosiva). Cuando se ejecuta lentamente una forma de tai-chi se puede apreciar un movimiento gradual de giro o flexión de la muñeca. Por ejemplo, un golpe de palma se ejecuta a velocidad de pelea como un rápido latigazo llevando la muñeca hacia detrás para relajarse inmediatamente tanto la muñeca como la mano. Este tipo de movimiento Fa Jing caracteriza el poder de penetración de los golpes de tai-chi en puntos de presión sensibles. La zona de golpeo real es el tercio exterior de la palma así como el talón de la misma, girando la palma hacia dentro unos 45 grados. La acción de látigo de la articulación de la muñeca permite al practicante de tai-chi emitir la energía jing de sus manos.
En la secuencia Cepillar la rodilla y empujar girando torso o Lou Xi Ao Bu 摟膝拗步 se emplean los conceptos que estamos intentando explicar. Vamos a centrarnos en el movimiento de empuje, obviando cepillar la rodilla:
P A S O I
En esta instántanea las líneas de fuerza intentan ilustrar lo explicado anteriormente sobre cómo empujan ambas piernas, así como el sentido del movimiento de la cintura. El peso del cuerpo de Sifu Javier Marcos descansa practicamente en la pierna atrasada y se va desplazando hacia la adelantada con el empuje hacia detrás de esa pierna, al tiempo que la cintura gira en sentido contrario a las agujas del reloj.
Fijarse en la mano que golpea, enmarcada en una elipse de color rojo. La palma apunta ligeramente hacia abajo y conforme vaya desplazándose hacia delante para empujar, simultanéamente al cambio de peso y el giro de cintura descritos anteriormente, la muñeca ira hacia atrás en el sentido indicado por la flecha azul.
Nótese como el codo está hacia abajo, relajado, evitando que se tense la musculatura del hombro y se bloquee allí el circuito de energía
P A S O I I
En la foto de arriba el cambio de peso ha terminado y la mano que empuja está llegando a su objetivo. El giro de cintura continúa dirigiendo la energía y la muñeca no ha terminado de flexionarse.
P A S O I I I
En esta instántanea las líneas de fuerza intentan ilustrar lo explicado anteriormente sobre cómo empujan ambas piernas, así como el sentido del movimiento de la cintura. El peso del cuerpo de Sifu Javier Marcos descansa practicamente en la pierna atrasada y se va desplazando hacia la adelantada con el empuje hacia detrás de esa pierna, al tiempo que la cintura gira en sentido contrario a las agujas del reloj.
Fijarse en la mano que golpea, enmarcada en una elipse de color rojo. La palma apunta ligeramente hacia abajo y conforme vaya desplazándose hacia delante para empujar, simultanéamente al cambio de peso y el giro de cintura descritos anteriormente, la muñeca ira hacia atrás en el sentido indicado por la flecha azul.
Nótese como el codo está hacia abajo, relajado, evitando que se tense la musculatura del hombro y se bloquee allí el circuito de energía
P A S O I I
En la foto de arriba el cambio de peso ha terminado y la mano que empuja está llegando a su objetivo. El giro de cintura continúa dirigiendo la energía y la muñeca no ha terminado de flexionarse.
P A S O I I I
Culminación del movimiento de empuje. Las caderas se encuentran alineadas y los hombros orientados hacia el noroeste, el derecho adelantado respecto al izquierdo. La muñeca ha terminado de girar hacia atrás, culminando el proceso de dirigir la energía para esta técnica concreta. Como hemos dicho esa acción de látigo de la articulación de la muñeca es la que permite emitir la energía jing de las manos.
Fíjemonos ahora en esta serie técnica:
Secuencia 1
Sifu Javier Marcos y su asistente Sihing Jaime Nieto se encuentran en posición de guardia.
Secuencia 2
Jaime intenta atrapar el cuello de Sifu Javier Marcos, quien neutraliza el ataque desplazando su peso a la pierna atrasada y aplicando An, una de las Ocho Técnicas del Tai-chi-chuan, consistente en hundir con ambas manos creando un movimiento descendente de energía para, posteriormente, generar un movimiento ascendente capaz de desenraizar al contrario.
Secuencia 3
Aquí vemos la culminación de ese movimiento descedente de energía que genera An. Un detalle importante es que la espalda de Sifu Javier Marcos está recta pero inclinada hacia delante desde la pelvis; fijarse en el ángulo que forma con la vertical. Los codos se encuentran doblados y metidos hacia dentro; no salen hacia fuera (este detalle en la foto no se aprecia bien).
Secuencia 4
Sifu Javier Marcos cambia el peso a la pierna adelantada empujando hacia delante y desenraizando a su oponente. En la foto siguiente podemos apreciar bien cómo las palmas están giradas hacia dentro unos 45 grados, posibilitando que la zona de golpeo sea el tercio exterior de la palma así como el talón de la misma, según hemos explicado antes.
Fotografía de detalle
Incluso las técnicas de chin-na requieren la acción de la muñeca para aumentar su fuerza. Aunque esas no se realicen con la fuerza explosiva del Fa Jing, la efectividad de las técnicas de control de las articulaciones reside en el ángulo de ataque resultante de mover la muñeca hacia abajo o hacia fuera. Por ejemplo, la técnica Lu (tirar) del estilo Yan de Tai-chi obtiene su poder del movimiento de presión hacia debajo de la muñeca derecha del practicante de Tai-chi.
Todas y cada una de las técnicas de Tai-chi expresan su fuerza hacia el objetivo a través de esas sutiles, y a veces no tan sutiles, acciones de muñeca. Esta es la explicación de lo que ocurre con el Jing del Tai-chi cuando llega el momento de salir del cuerpo del artista marcial para penetrar en el oponente. Sin esos fundamentales movimientos de muñeca, nuestras técnicas no serían más fuertes y efectivas que una leve brisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario