sábado, 23 de octubre de 2010

El Respeto es el camino correcto, por el G.M. Doc-Fai Wong


Training for Life por el  Gran Maestro Doc Fai Wong

Vas a ir a Asia en breve? Muchas personas tienen intención de estudiar artes marciales en China, Taiwan y Hong-Kong. Hay un viejo refrán que dice: "Cuando vayas a Roma, haz lo mismo que hagan los Romanos". Y esto mismo es aplicable en lo que se refiere a las Artes Marciales Chinas. Si tenemos planeado estudiar formas o combate en el extranjero, deberíamos saber la manera correcta de mostrar respeto a nuestro Maestro allí, conforme a su propia cultura. No puedo hablar sobre los Maestros de Artes Marciales de otros países asiáticos pero lo que sigue es aplicable a la mayoría de instructores chinos.

Hay dos maneras de aprender artes marciales en Oriente. Una, a través de Maestros profesionales que enseñan Artes Marciales como un medio de vida y cobran por ello. Nunca se debe negociar el precio con estos instructores. Si lo hacemos, daremos una mala impresión al Instructor y, probablemente, no nos enseñará todo lo que esperábamos aprender. Se limitará seguramente a corregir nuestros movimientos superficialmente. Si queremos una profunda y completa atención de un Instructor profesional es mejor que estén contentos con nosotros.

De izquierda a derecha: Chan Kit Fong (hija de Chan Yiu Chi), Doc Fai Wong y Hu Yuen Chou 
(Hong Kong, 1.976).

El otro tipo de Instructor es alguien reputado y con grandes conocimientos de Artes Marciales, pero que no tiene su propia Escuela. En principio, él no tiene por qué enseñar a nadie lo que sabe y tendremos que convencerlo con dinero o favores. Quizás nos acepte como estudiantes pero no nos cobrará una cuota estándar. Nosotros, por supuesto, no vamos a ser el único estudiante que tenga. Seremos, simplemente, un estudiante ocasional, en comparación con sus discípulos regulares. Por tanto, deberemos encontrar la manera de ocupar un lugar destacado en su mente cuidándolo bien. Habremos de tratarle de manera especial, de la misma forma que queramos que él nos trate a nosotros, con sinceridad, respeto y dinero o un regalo atractivo.

Los mismos principios son aplicables a los Instructores de Wu Shu de la China continental. Como Instructores de Wu-Shu, el Gobierno les paga poco así que podemos añadir algo a esa cantidad o ayudarles con útiles favores.

Al principio de mi carrera, cuando viajaba al extranjero para mi entrenamiento marcial avanzado, encontré varias personas buenas de las que aprender. Sin embargo, no tenían Escuela ni cobraban un precio. Como hicimos buenas migas, me aceptaron como estudiante. En la medida en que ya era Instructor, y chino, ya conocía la cultura. Por lo tanto, mis Maestros en el extranjero me consideraban un discípulo cercano.

Después de un tiempo, lo mejor es ser práctico y entregar dinero en efectivo. Esto puede ser difícil, si no sabemos la diferencia entre la cantidad necesaria para ser respetuoso o tacaños.

Poner una cantidad de dinero en efectivo en un pequeño sobre rojo chino. Según la tradición china, esos sobres rojos y su contenido traen buena suerte. Entregar el sobre al Maestro el mismo día que lleguemos. No debemos sorprendernos si nuestro Maestro no lo abre delante de nosotros. La tradición dicta que debe abrirse después de que nos marchemos. El dinero que le entreguemos le dará a nuestro Maestro una idea de cuanto nos enseñará cuando volvamos la próxima vez.
No obstante, todo no gira alrededor del dinero. Podemos invitar a nuestro Maestro a comer o a cenar siempre que nos sea posible. En los restaurantes, debemos ser el que le sirva el te. Hay que servirle a él primero, y después al resto de comensales. Esto es una muestra de respeto hacia él y hacia sus otros estudiantes.

Si nos encontramos en el Sur China o en Hong-Kong, y es nuestro Maestro u otro de los invitados a la mesa el que nos sirve el te, golpear suavemente la mesa con la punta de los dos primeros dedos. Esta costumbre china significa "gracias" y se usa sólo a la hora de servir el te.

Durante las comidas, tratemos de ser un buen oyente. Y no hagamos demasiadas preguntas. A la mayoría de los Maestros nos les gusta la gente que pregunta demasiado. Procurar tomar notas durante nuestro periodo de formación.  Si tenemos alguna pregunta, dejar bien claro qué es lo que no se entiende.

En caso de que queramos aprender algo en especial, es correcto comunicar nuestros intereses. Sin embargo, no hay que exigir esa enseñanza. En vez de eso, proponer un par de opciones, haciéndoles saber que respetamos su decisión sobre lo que deberíamos aprender.

Hay unas pocas cuestiones en las que no se puede involucrar el dinero. Nunca hay que preguntar a nuestro Maestro cuánto nos cobraría por enseñarnos una forma. Por ejemplo, no podemos decirle que nos gustaría aprender la Forma del Borracho y preguntarle cual sería su precio.

No proponer a nuestro Maestro que le daremos una cantidad específica de dinero si nos enseña una determinada forma. O no intentar hacer un trato con él del tipo "si tu me enseñas esto, haré esto otro por ti". Esas tácticas resultan ofensivas para los Maestros chinos. Es posible que, ocasionalmente, consigamos lo que queremos. Sin embargo, perderemos de cara a futuras relaciones.

Asegurémonos de que siempre llevamos las cosas de nuestro Maestro, como maletas o bolsas. Y si le gustase algún detalle al pasar por una tienda, comprarlo para él. Ello ayudará a construir nuestra imagen en su mente. Hagamos estas pequeñas cosas para demostrarle que nos interesamos por él.

Por supuesto, si nuestro presupuesto es limitado, siempre podemos encontrar una Escuela que cobre una matrícula e inscribirnos como un estudiante más. Esta solución es buena si disponemos de tiempo suficiente (al menos, varios años) para permanecer en ese país y aprender al mismo ritmo que los otros estudiantes regulares. Si no disponemos de ese tiempo, deberemos encontrar la forma de distinguirnos especialmente para conseguir un entrenamiento acelerado.

Y si planeamos volver para seguir entrenando, es una buena idea enviar a nuestro Maestro un regalo o dinero con motivo de festividades o cumpleaños. De esa manera, nos recordará cuando volvamos.

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