miércoles, 3 de noviembre de 2010

TEORIA DEL ENTRENAMIENTO QIGONG. Parte I

Antes de abordar por primera vez nuestro entrenamiento Qigong, es imprecindible comprender los llamados tres tesoros de la vida: el Jing o Esencia, el Qi o Energía Interna y el Shen o Espíritu. Sin esa comprensión,  careceremos de los fundamentos del entrenamiento Qigong, así como de la idea básica subyacente tras el mismo. Los principales objetivos del entrenamiento Qigong son aprender como conservar nuestro Jing, fortalecer y hacer fluida la circulación del Qi e iluminar nuestro Shen. Y para alcanzar estos objetivos, debemos aprender a su vez como regular nuestro cuerpo (Tiao Shen), nuestra mente (Tiao Xin), la respiración (Tiao Xi), el Qi (Tiao Qi) y el Shen (Tiao Shen).

Regular el cuerpo implica entender como encontrar y construir su raiz además de la de las formas de Qigong que practiquemos. Para construir una raiz firme, debemos saber cómo mantener nuestro centro, equilibrar nuestro cuerpo y, lo más importante de todo, como relajarnos para que el Qi pueda fluir.


Regular la mente incluye aprender como conservarla en calma, tranquila y centrada, para que podamos juzgar las situaciones objetivamente y conducir el Qi a los lugares deseados. La mente es la principal clave del éxito en la práctica del Qigong.

Para regular la respiración, deberemos aprender como respirar de manera que nuestra mente y nuestra respiración se correspondan mutamente y cooperen. Al respirar de esa forma, nuestra mente será capaz de alcanzar la paz más rápidamente y, por consiguiente, concentrarse más fácilmente en dirigir el Qi.

 

Regular el Qi es uno de los objetivos esenciales el entrenamiento Qigong. En orden a regular nuestro Qi eficazmente, primero tendremos que haber regulado nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra respiración. Sólo entonces nuestra mente está lo suficientemente tranquila y despejada para sentir como el Qi se distribuye en nuestro cuerpo y comprender como ajustarlo.


Para los sacerdotes budistas, que buscan la Iluminación del Buda, regular el Shen es el objetivo final del Qigong. Esto les permite mantener una perspectiva de la vida neutral y objetiva. Esa perspectiva es la vida eterna del Buda. No obstante, el practicante medio de Qigong tiene objetivos más modestos y busca elevar su espíritu para aumentar su concentración y mejorar su vitalidad. Esto permite dirigir el Qi eficazmente por todo el cuerpo para que lleve a cabo sus funciones de gestión y protección y conservar así la salud y ralentizar el proceso de envejecimiento.

Si somos capaces de comprender estos pocos conceptos, podremos adentrarnos rápidamente en el mundo del Qigong. Pero sin estos importantes elementos, nuestro entrenamiento no será efectivo y perderemos el tiempo.

Continuará

1 comentario:

  1. Hola, Oz. Gracias por seguirnos. También debo felicitarte por tu blog ya que he podido constatar que contiene material muy interesante y variado. Por cierto, que yo empecé en las AA.MM. con el Karate Kyokushinkai que tú practicas, disciplina por la que siento un gran respeto.

    Saludos.

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