Antes de comenzar con nuestro entrenamiento Qigong, debemos comprender también en primer lugar los llamados tres tesoros (San Bao): Jing (esencia), Qi (energía interna) y Shen (espíritu). También se les conoce como los tres orígenes o las tres raíces (San Yuan), porque se consideran el origen y la raíz de nuestra vida.
El sabio taoísta ilustrado arriba está cultivando los Tres Tesoros: Jing, Qi y Shen, representados por los tres círculos entre sus manos.
Jing significa esencia, esto es, la parte mas primaria y refinada de cualquier cosa. Jing existe en todo y representa la parte más básica de algo que le confiere sus características. El esperma se denomina Jing Zi, que significa "Esencia del Hijo", porque contiene el Jing del padre que es transferido a su hijo (o hija) conviertiéndose en el Jing de éste. Jing es la fuente original de todos los seres vivos que determina su naturaleza y características. Es la raíz de la vida.
El Qi es la energía interna de nuestro cuerpo. Digamos que es como la electricidad que circula a través de una máquina para mantenerla funcionando. Procede tanto de la conversión del Jing que recibimos de nuestros padres como de la comida que ingerimos y el aire que respiramos.
El Shen es el centro de nuestra mente, el espíritu de nuestro ser. Es lo que nos hace humanos ya que los animales no poseen Shen. En nuestro cuerpo, el Shen debe ser nutrido por nuestro Qi o energía. Cuando nuestra energía sea plena, nuestro Shen estará avivado.
Estos tres elementos están interrelacionados de varias maneras. Los practicantes de Qigong creen que el cuerpo contiene dos tipos generales de Qi. El primer tipo se denomina Qi Original (Yuan Qi) o Qi Prenatal (Xian Tian Qi) y procede de la conversión del Jing Original (Yuan Jing) que obtenemos de nuestros padres en el momento de la concepción.
El segundo tipo, llamado Qi Postnatal (Hou Tian Qi), se extrae de la comida y el aire que tomamos. Cuando este Qi fluye o es llevado al cerebro, puede energizar el Shen y el Alma. Este Shen energizado y elevado es capaz de dirigir el Qi por todo el cuerpo.
Cada uno de estos tres elementos o tesoros tiene su propio origen. Debemos conocer cual es ese origen para que podamos fortalecer y proteger estos tres tesoros. Pero de eso hablaremos en la próxima entrega.
Continuará
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