lunes, 2 de febrero de 2015

CRONICA DEL VIAJE A CHINA (2014): 3ª PARTE


Siguiendo las instrucciones de Sifu Wong por fin encontramos el Hung Sing Tong. Se trata de un centro, el primero dentro de su campo, que combina la enseñanza de los masajes y el choy li fut y que está dirigido íntegramente por Maestros del Hung Sing Kwoon.
Hay que decir que en Foshan todos los maestros de Choy Li Fut colaboran juntos dentro de una misma estructura, encabezada por Sifu Wong y Sifu He, en la que cada uno se encarga de unas labores, unos se ocupan del Templo y de las relaciones públicas, otros dan clase a los estudiantes de colegios e institutos y otros se ocupan del nuevo Hung Sing Tong.
Aparte de que el sitio es precioso, con su mini altar dedicado a Jeong Yim, su zona de descanso, su (impresionante) sala de entrenamiento y un buen montón de habitaciones destinadas a los masajes, la gente no pudo ser más amable con nosotros.


 Nos dijeron que podían cogernos en ese mismo momento, cosa que agradecí mucho porque me dolía todo, el masaje nos lo dieron dos estudiantes, y, sin embargo, fue uno de los mejores que me han dado, sólo comparable a otros recibidos también en China, y es que este es otro terreno en el que nos llevan un mundo, primero porque consideran la terapia manual una rama más de la medicina, y de las más importantes, segundo por el tremendo control de los puntos de presión que manejan, y tercero porque al ser practicantes de Choy Li Fut sabían exactamente dónde nos dolía, y la verdad es que nos reímos mucho y lo pasamos muy bien.
Lo que más ilusión me hizo fue que, cuando fuimos a pagar, uno de los chicos vino corriendo para que nos hicieran un descuento “choy li fut brothers” nos dijo, y así nos ahorramos el 18%.
El lugar nos gustó tanto que no tardamos en volver a por otro masaje y de paso compramos para nuestro Sifu y compañeros unos botes de Dit Ta You*, el aceite que usan para entrenar y dar masajes cuya receta tiene más de 160 años.

Al día siguiente era lunes, el único día que el templo cierra y por lo tanto nuestro único día de descanso, lo que nos vino muy bien porque desde el año anterior teníamos otra cita pendiente, esta vez con el director de cine y maestro de Choy Li Fut, Sifu Li Chiu.
Después de estar todo el año escribiéndose con Rubén, por fin pudimos concretar un día y una hora y así a la 13:00 del lunes nos encontramos con Sifu Li y su alumno Win Lot en el centro de Guangzhou.
Allí empezó lo que iba a ser un día terriblemente surrealista e interesante, primero nos llevaron a comer a un precioso restaurante de varias plantas donde había quedado con unos amigos suyos así que nos vimos en medio de una comida con Sifu Li y su alumno, y otros dos maestros de Choy Li Fut que iban uno con su mujer y otro con su hijo, todo muy tradicional por lo que decidimos no movernos hasta que no lo hicieran los demás. La verdad que fue una gran experiencia, la comida estaba buenísima y todos fueron muy atentos con nosotros, menos mal que se nos había ocurrido llevarle una botella de vino español al maestro, porque en China es de muy mala educación aparecer sin nada. Total, que nos bebimos la botella allí mismo, hablando medio en chino, medio en inglés, Sifu Li nos contó historias de su vida, como cuando se fue nadando de China continental a Hong Kong, como había sido entrenar con Chan Yiu Chi y que estaba preparando una nueva película sobre Choy Li Fut en King Mui (de la que ya hemos visto alguna imagen).
La película que Sifu Li está rodando en King Mui
Para mí, lo mejor de la comida fue conocer a los amigos del maestro y, sobretodo, observar el comportamiento, tan tradicional, en la mesa, por ejemplo, a la hora de servir el té, el hijo de uno de los maestros sirvió primero a Sifu Li, por ser el mayor, después su padre le indicó que nos sirviese a nosotros, por ser los invitados, luego a los otros maestros (antes a la mujer que al marido) y finalmente a los más jóvenes. También observamos como golpean tres veces con los dedos cuando les sirven té, cosa que significa “gracias” debido a un antiguo relato atribuido al emperador Qian Long.**

Después de esto yo pensaba que quizá nos despediríamos pero Sifu Li nos preguntó si teníamos con quien cenar y al decir que no, pidió un taxi y con él y su alumno fuimos a casa de otro amigo de quien nos dijo que era como un hermano.
A lo largo de toda la tarde, mientras iban llegando más invitados y se iba preparando la cena, Sifu Li estuvo entrenando con Rubén y Win Lot, gracias a la mezcla entre chino e inglés aprendimos y afianzamos algunos conceptos que más o menos habíamos ya intuido, la verdad es que la fuerza y la energía que transmite este hombre, a sus 70 años, es increíble y sólo cuando repite y explica un movimiento se puede llegar a medio ver lo que en realidad te quiere decir.


                                                                          
En este video se puede ver una pequeña parte del entrenamiento vespertino en casa de los amigos de Lee Chiu, en el que el maestro le explica a Rubén como se genera la fuerza en el Choy Li Fut y cómo se conecta el cuerpo, y también una pequeña parte de la forma “El corazón de Pa-Kua” que Rubén ya se sabía pero resultó muy interesante ver cómo encadenaban los movimientos Sifu Li y Win Lot, quien, he de decir, aparte de ser un encanto de persona, hace un Choy Li Fut envidiable, fluído y relajado, fiel reflejo de su Sifu.

Lo que hablamos con el Maestro Li y uno de sus amigos, quien practicaba Wing Chun desde niño y que hablaba un inglés perfecto, es que en China piensan que, en general, en el resto del mundo los maestros que se ven, no dominan por entero el sistema que practican. Es muy curioso porque a veces aquí pensamos que por el hecho de que muchos grandes maestros de kung fu se fueron de su país, nosotros tenemos tan buen nivel como ellos, incluso he llegado a oír que mejor. Pues bien, esto es un error que tiene su base en un par de puntos, primero, aunque es cierto que hay muchos grandes maestros que se marcharon en su día de China (aunque por cada uno que se fue, diez se quedaron), estos raramente transmiten todo lo que saben a los no chinos, hay casos en que sí, pero son excepciones, y cualquiera que haya entrenado con ellos a no ser que tenga el ego del tamaño de un piano de cola y se crea que lo sabe todo, se da cuenta de que hay una parte del conocimiento al que es muy difícil acceder y que sólo enseñan a unas determinadas personas en pocas ocasiones.
La segunda razón por la que opinan que el kung fu en general se devalúa fuera de China, es por su expansión indiscriminada, este amigo decía que lo que veía por ahí era una versión tremendamente incompleta del Wing Chun, como consecuencia del boom que produjeron Bruce Lee e Ip Man, y creen que al Choy Li Fut le está pasando lo mismo, en occidente todo el mundo cree que puede ser maestro, todo el mundo quiere dar clases, son gente que sabe el 80% de lo que sabía su maestro y que a su vez entrenan a estudiantes que no sabrán ni la mitad, y así sucesivamente, se exige poco a los alumnos para que no se aburran, se dan cinturones con la idea de que cualquiera puede llegar a nivel de negro y al final, lo que ellos ven, me decían, es gente que dice que hace Choy Li Fut, que sabe formas de Choy Li Fut, que sabe algo de la historia del Choy Li Fut pero que no lo comprenden en su totalidad “No understand Choy Li Fat” decía Sifu Li en su particular inglés.
Me preguntaba yo entonces si era buena o no la difusión del sistema, porque también hemos encontrado mucha gente que se siente orgullosa de que el Choy Li Fut se conozca tanto fuera de China. Lo que vinieron a decirme es que sí, se debe expandir, pero sólo con calidad. Esto confirma un poco lo que he pensado siempre, es mucho mejor que haya 8, 10 maestros buenos, pero buenos de verdad, que 35 de los cuales más de 20 son mediocres.
Por supuesto todo esto es algo general, claro que hay buenísimos maestros en occidente, los he visto por internet y los he visto en directo, son gente que ha estado 10 años o más entrenando 5 y 6 horas diarias con su maestro y con grandísimas cualidades, pero cuando te sientas en una mesa al lado de un señor de 70 años que entrenó con Chan Yiu Chi hasta la muerte de este y que prácticamente eres incapaz de seguir sus movimentos con la vista, te das cuenta que un poquito más de humildad no nos vendría mal por aquí.
La mesa con la comida ya preparada ¡y aun faltaban tres platos!
Al margen de esto, la noche fue muy divertida, estuvimos en total 10 personas, la comida espectacular y los amigos del Maestro fueron todos muy simpáticos y agradables, brindamos unas 50 veces y hasta nos cantaron alguna que otra canción. Lo mejor fue cuando Sifu Li nos invitó a acompañarle al día siguiente a King Mui para visitar el lugar y ver el comienzo del rodaje de su película, el problema era que ya habíamos quedado con Sifu He en Foshan, y claro, vaya dilema. La realidad es que el compromiso adquirido en Foshan era muy importante y aunque lo ideal hubiera sido poder ir a los dos lugares, tuvimos que decirle que esta vez no podía ser. Aun así el Maestro se mostró muy interesado en mantener en contacto sobre todo porque tiene ganas de seguir entrenando a Rubén, lo cual, la verdad es un gran honor ya que en estos momentos sólo tiene un alumno, Win Lot.
Esto me lleva a una última reflexión acerca de los Maestros de kung fu, maestro no es quien da clases, ni tampoco quien tiene un título (todos sabemos que algunos se consiguen “baratos”), Maestro es quien tiene Maestría, quien domina el Choy Li Fut.
Con esto nos despedimos de Sifu Li y de sus amigos, no sin llevarnos un montón de tarjetas de visita y teléfonos y prometiendo escribir y volver pronto.

Aquella noche llegamos muy tarde al hotel en Foshan, muy cansados pero contentos, y sabiendo que al día siguiente teníamos una cita como siempre a las dos en el Hung Sing Kwoon… (continuará)


* El "dit ta you" es un linimento con base de aceite que se usa tanto para dar masajes, como para endurecer y tratar los golpes, también existe otra variante, el "dit ta jow", con base de alcohol.

** Cuenta la historia que al emperador Qianlong le encantaba viajar por toda China, a menudo disfrazado, una vez se encontraba de viaje por el sur e invitó a sus acompañantes a beber su té favorito, el Longjing, sus acompañantes debían entonces hacerle tres reverencias agachados en el suelo, pero como el emperador iba de incógnito, no podían arrodillarse pues esto le delataría, así que en vez de hacer la reverencia de agradecimiento con el cuerpo, la hicieron con los dedos, doblándolos y golpeando tres veces la mesa. Este acto se convirtió en costumbre en el Sur y hoy en día en Cantón aun sigue haciéndose para dar las gracias.

Para leer la primera y segunda parte de la crónica pinchar en los siguientes enlaces:
Crónica del viaje a China (2014), 1ª parte 
Crónica del viaje a China (2014), 2ª parte 

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