A continuación, reproducimos un artículo que amablemente nos han remitido desde ACACHI (Asociación Cultural Amigos de China) sobre el Año Nuevo Chino. Lo ha elaborado Maria Victoria Rodriguez y los podéis encontrar en su versión original en http://www.diariodelviajero.com/.
Si piensas viajar a Oriente en las próximas semanas, o te interesa participar de los festejos del Año Nuevo Chino 2010 en el resto del mundo, te interesará saber que estamos por entrar en el Año del Tigre.
El Año Nuevo Chino se inicia con la llegada de la segunda luna nueva tras el solsticio de invierno boreal (22 de diciembre). Esta fecha varía, suele ocurrir entre los 30 y 59 días después, con lo que puede caer entre el 21 de enero o el 21 de febrero.
Este año, las celebraciones se inician el 14 de febrero y se continúan hasta el 28 de febrero.
Los festejos particulares tienen una agenda definida por la tradición que detallamos a continuación y que será bueno recordar si queremos estar al día con las actividades:
Los festejos del Año Nuevo Chino comienzan con el primer día de luna nueva del año, y finalizan con la luna llena, o sea, duran 15 días. El último día de fiesta es el “día de las linternas o lámparas“ que se celebra con un desfile donde grandes y chicos lanzan al cielo nocturno sus lámparas de papel.
El calendario chino está basado en una combinación de los movimientos de la luna y del sol. El ciclo lunar es de unos 29,5 días, por éso cada año el Año Nuevo Chino cae en días distintos cada año.
El primer día del Año Nuevo se les da la bienvenida a los dioses del cielo y la tierra. Mucha gente en China se abstiene de comer carne. El segundo día, es el dedicado a honrar a los antepasados y dioses con oraciones.
El tercer y cuarto día de las celebraciones se espera que la gente rindan su respeto a sus familiares políticos. En el quinto día, llamado Po Woo, hay que quedarse en casa y esperar a que llegue el Dios de la Salud. Visitar amigos o familiares en este día es augurio de mala suerte para ambos.
Del sexto al décimo día, los chinos realizan visitas a las casas de sus amigos y familiares libremente. Asimismo, se acercan a los templos a orear pidiendo salud y buena suerte.
Durante el séptimo día del Nuevo Año, los agricultores exhiben sus productos en el mercado local y se cocina un plato con 7 tipos de vegetales distintos para celebrar la ocasión. La tradición dice que el hombre nació el séptimo día de la Creación, y se festeja comiendo fideos de arroz para conseguir longevidad y pescado crudo en busca del éxito.
Los pueblos de Fujian (China) vuelven a reunirse en familia la noche del octavo día para rezar juntos a medianoche al Dios del Cielo, Tian Gong. Al dia siguiente, hay que hacer ofrendas al Emperador de Jade.
Las reuniones y comidas se suceden del décimo al doceavo día, para hacer un ayuno de arroz y brotes de mostaza o choi sum al día siguiente y comenzar lor preparativos para el gran festejo.
Éste llega el decimoquinto día del Año Nuevo Chino, con el Festival de las Lámparas o Shang Yuan, comidas, reuniones y desfiles.
Los festejos del Año Nuevo Chino comienzan con el primer día de luna nueva del año, y finalizan con la luna llena, o sea, duran 15 días. El último día de fiesta es el “día de las linternas o lámparas“ que se celebra con un desfile donde grandes y chicos lanzan al cielo nocturno sus lámparas de papel.
El calendario chino está basado en una combinación de los movimientos de la luna y del sol. El ciclo lunar es de unos 29,5 días, por éso cada año el Año Nuevo Chino cae en días distintos cada año.
El primer día del Año Nuevo se les da la bienvenida a los dioses del cielo y la tierra. Mucha gente en China se abstiene de comer carne. El segundo día, es el dedicado a honrar a los antepasados y dioses con oraciones.
El tercer y cuarto día de las celebraciones se espera que la gente rindan su respeto a sus familiares políticos. En el quinto día, llamado Po Woo, hay que quedarse en casa y esperar a que llegue el Dios de la Salud. Visitar amigos o familiares en este día es augurio de mala suerte para ambos.
Del sexto al décimo día, los chinos realizan visitas a las casas de sus amigos y familiares libremente. Asimismo, se acercan a los templos a orear pidiendo salud y buena suerte.
Durante el séptimo día del Nuevo Año, los agricultores exhiben sus productos en el mercado local y se cocina un plato con 7 tipos de vegetales distintos para celebrar la ocasión. La tradición dice que el hombre nació el séptimo día de la Creación, y se festeja comiendo fideos de arroz para conseguir longevidad y pescado crudo en busca del éxito.
Festival de las Lámparas o Shang Yuan
Las reuniones y comidas se suceden del décimo al doceavo día, para hacer un ayuno de arroz y brotes de mostaza o choi sum al día siguiente y comenzar lor preparativos para el gran festejo.
Éste llega el decimoquinto día del Año Nuevo Chino, con el Festival de las Lámparas o Shang Yuan, comidas, reuniones y desfiles.
Nuevamente acudo a mi amiga Feng que con su eterna sonrisa me cuenta alguna de las tradiciones que se siguen en muchas familias, aunque me adelanta que se va perdiendo mucho a ritmo acelerado por la “occidentalización” de las costumbres.
Hoy en día se mezcla el hóng bào (红包) con los regalos al estilo Papá Noél. El hóng bào es el famoso “sobre rojo” que espera cada niño con la llegada del Año Nuevo. En él los familiares ponen pequeñas sumas de dinero que pueden gastarse como quieran, pero con sabiduría (o al menos éso esperan los padres).
Para el inicio del próximo año chino (será el 4708) muchas familias siguen aún con ciertas costumbres. Por ejemplo, es muy común decorar las casas con figuras de un pez. Es que la palabra “pez” en chino suena como la palabra “abundancia”.
La víspera del 14 de febrero (algo así como nuestra “Nochevieja”) la cena se convierte en una fiesta familiar. Uno de los platos más populares que se sirven es el Jiaozi: unas bolitas de masa hervidas (diría que como unos ñoquis). Pero lo interesante es que la palabra “jiazi“ significa literalmente “dormid juntos y tened hijos“, dicho con sentido de buenos deseos más que de invitación a la lujuria :)
Después de la cena, muchas familias, especialmente de localidades pequeñas, se reunen a jugar juegos tradicionales de cartas o fichas mientras miran por la tele las celebraciones en las grandes ciudades. A medianoche, en cada pueblo por más pequeño que sea, todos se reúnen a disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales preparados para la ocasión y que suelen incluir la figura del año, en este caso será el tigre.
Otra costumbre que no puede faltar es la Danza del Dragón. Los dragones son animales legendarios que traen poderes sobrenaturales, buena fortuna, fertilidad, equilibrio y sabiduría. Por ello juega un papel especial en las celebraciones del nuevo año en la forma de esta danza.
Las figuras articuladas de los dragones, que serán llevadas por varios o muchos participantes, se realizan por artesanos. Los bailarines entrenan especialmente los pasos y movimientos ondulantes del cuerpo del dragón que se paseará por un desfile especial. La danza del dragón se ha convertido en el símbolo más visible, junto con los fuegos artificiales, del Año Nuevo Chino en el mundo entero.
Según el zodiaco chino, el tigre se caracteriza por ser un signo cálido, amoroso, independiente, libre y divertido, extremadamente carismático y mágico, y se asocia con habilidades de comunicación y buenas relaciones sociales.
El Año del Tigre se va a regir por la valentía y los nuevos retos. Un ciclo favorable para las actividades relacionadas con la comunicación, la infancia, los movimientos ecológicos, el activismo social y económico, las leyes, la política, los deportes, el espectáculo, las artes y el liderazgo.
Sin duda un buen año para el movimiento, cambio, novedad y curiosidad. Vamos, un gran año para viajar.
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