Una breve aproximación al TAIJI desde el punto de vista médico

El Taiji forma parte de las artes marciales tradicionales chinas, denominadas Wu Shu. Se ha venido practicado por el pueblo chino desde el siglo XVI para mantener una buena condición física y prevenir o curar enfermedades. Sus movimientos y secuencias fueron simplificadas en 1.956, lo que facilitó que esa disciplina se hiciese más popular.

El Taiji se practica a menudo en hospitales como un elemento importante del proceso de curación y ha demostrado ser tremendamente eficaz en el tratamiento de la presión arterial alta, neuratenia y tuberculosis pulmonar.
Entre los factores que confieren al Taiji ese carácter tan positivo tenemos :

• Los movimientos requieren una total concentración sin que la mente se desvíe por ningún motivo.
• Los movimientos se ejecutan lentamente y fluyen de una manera continua uno tras otro.
• La respiración natural es necesaria y ha de estar en armonía rítmica con los movimientos del cuerpo. Algunos de estos movimientos se realizan empleando la respiración abdominal.

Desde el punto de vista de la medicina del deporte, el Taiji es una herramienta muy importante para la prevención y tratamiento de enfermedades.
Dado que la mente y el cuerpo son demandados a la vez, los movimientos del Taiji estimulan la corteza cerebral activando algunas zonas y retardando otras. Esto permite que el cerebro se relaje, deteniendo la tensión en la corteza cerebral provocada por diferentes influencias negativas.
Por tanto, esta disciplina forma parte del proceso de curación de diferentes enfermedades de los nervios y el alma.

No obstante, el Taiji no es una misteriosa panacea contra las enfermedades. Pero es evidente incluso para los principiantes que el Taiji involucra a todo el cuerpo, activo y pasivo.

Los movimientos del Taiji hacen trabajar los músculos de una manera agradable, llevándolos de la tensión a la relajación, especialmente los de las piernas, flexionándolos y estirándolos.
Además, es un excelente ejercicio para fortalecer los huesos y, consecuentemente, prevenir la atrofia; por añadidura, la flexibilidad del cuerpo es entrenada por sus suaves movimientos. Es por eso que el Taiji facilita mantener y/o mejorar la flexibilidad de músculos y articulaciones.