Hace tiempo escuché a una periodista que trabajaba como
reportera en Pekín decir que China en realidad no era ni comunista, ni budista,
ni taoísta, que China lo que realmente era es Confucianista, y es completamente
cierto, es imposible entender la cultura y la mentalidad china, en ningún
ámbito, sin estudiar a Confucio.
Sus principios y enseñanzas, recogidas en las famosas
Analectas, se aplican en todos los aspectos y relaciones de la vida, entre
padres e hijos, en la educación, los negocios y por supuesto las artes
marciales.
En este artículo queremos acercarnos a esta importantísima
figura que pese a haber vivido hace más de 2000 años, sigue teniendo una
influencia innegable en la vida y las costumbres de los chinos.
BREVE INTRODUCCIÓN AL CONFUCIANISMO
Confucio o Kung Fu Tse fue un pensador chino que vivió entre
el 551 y el 479 antes de Cristo. Ejerció de maestro y de funcionario en el
estado de Lu, en un momento de la historia en la que China se hallaba muy
fragmentada y gobernada por señores feudales.
Su importancia se debe, principalmente, a la gran difusión
de su pensamiento llamado “confucianismo”. Confucio centró sus enseñanzas en la
moral, evitando así entrar en temas religiosos.
La virtud central de su pensamiento se basa en el “ren” que puede
traducirse como “humanidad verdadera”, “benevolencia” o “naturaleza humana
verdadera”, el término en chino es 仁, compuesto por los rádicales 二 (dos) y 人 (hombre) y
se refiere a la relación entre dos seres humanos, esta relación debe ser de
afecto y bondad. En el confucianismo, el ser humano no se puede alcanzar la
virtud si no hay respeto y amor por el prójimo.
Otro concepto importante es el de “junzi” 君子, que
se suele traducir como “caballero”, aunque en castellano no existe realmente un
término equivalente. Confucio llama “junzi” a aquellos hombres “superiores”,
que en términos de su pensamiento son aquellos con una gran calidad moral e intelectual,
sin que tenga que ver la clase social. Un “junzi” puede ser de origen humilde y
un hombre de buena posición podía no alcanzar nunca este estado.
A continuación hemos querido reproducir algunas de las
analectas más conocidas y más importantes del filósofo, muchas de las cuales se
aplican hoy en día en el ámbito de las artes marciales chinas:
El Maestro dijo “No os preocupéis si lo demás no reconocen
vuestros méritos, preocuparos si no reconocéis los suyos”
El Maestro dijo “Un verdadero caballero es aquel que sólo
predica lo que practica”
El Maestro dijo “Estudiar sin pensar es inútil. Pensar sin
estudiar es peligroso”
El Maestro dijo “Zilu, te voy a enseñar qué es el
conocimiento. Saber lo que sabes y saber lo que no sabes, eso es ciertamente
conocer”
El duque Ai preguntó “¿Qué debo hacer para ganarme el
corazón de la gente?” Confucio respondió “Eleva a las personas honradas y
colócalas por encima de las no honradas, y ganarás el corazón de la gente. Si
elevas a las personas no honradas y las sitúas por encima de las honradas, el
pueblo te negará su apoyo”
El Maestro dijo “Nuestras faltas nos definen. A partir de
ellas se pueden conocer nuestras cualidades”
El Maestro recomendó a Qidiao Kai para un cargo, pero este
respondió “Todavía no estoy preparado para esta tarea”. El Maestro quedó
encantado.
El Maestro dijo “Cuando la naturaleza prevalece sobre la
cultura, se tiene a un salvaje; cuando la cultura prevalece sobre la
naturaleza, se tiene a un pedante. Cuando naturaleza y cultura están en
equilibrio, se tiene a un caballero”.
El Maestro dijo “Un jarrón cuadrado que no es cuadrado,
¡vaya jarrón cuadrado!”.
El Maestro dijo “Nunca negué mis enseñanzas a nadie que las
buscase, aunque fuera demasiado
pobre para ofrecer algo más que un detalle de
agradecimiento por su educación”.
El Maestro dijo “Yo instruyo sólo a los entusiastas, sólo
guío a los fervientes. Destapo sólo una parte de la cuestión, y si el estudiante
no puede descubrir el resto, no digo más”.
El Maestro dijo “Si buscar la riqueza fuera un objetivo
decente, la buscaría, aunque tuviera que trabajar como portero. Pero siendo
como es, prefiero seguir mis inclinaciones”.
El Maestro dijo “Ponedme en compañía de dos personas al
azar, e invariablemente tendrán algo que enseñarme. Puedo tomar sus cualidades
como modelo y sus defectos como advertencia”.
El Maestro era afable, aunque severo, tenía autoridad sin
ser despótico, era digno, pero fácil de abordar.
El Maestro evitaba totalmente cuatro cosas: el capricho, el
dogmatismo, la obstinación y la vanidad.
Cuando se bebe en una celebración de un pueblo, no debe
marcharse antes que los ancianos.
El cabeza de la familia Ji era más rico que un rey, pero
seguía presionando a los campesinos para hacerse todavía más rico. El Maestro
comentó: “Ya no es mi discípulo. Tocad el tambor, amigos míos, y atacadlo;
tenéis mi permiso”.
Zigong preguntó sobre el gobierno. El Maestro comentó:
“Suficiente comida, suficientes armas y la confianza del pueblo” Zigong
preguntó “Si tuvieras que prescindir de una de estas tres cosas, ¿qué dejarías
de lado?” – “Las armas”- ¿Si tuvieras que prescindir de una de las dos
restantes, ¿cuál dejarías de lado?”- “La comida; al fin y al cabo, todo el
mundo tiene que morir más tarde o más temprano. Pero sin la confianza del
pueblo, ningún gobierno puede mantenerse”.
El Maestro dijo “Un caballero muestra autoridad, pero no
arrogancia. Un hombre común muestra arrogancia, pero no autoridad”.
El Maestro dijo “Un erudito que se preocupa de su bienestar
material no merece ser llamado erudito”.
Qu Boyu
envió un mensajero a Confucio. Después de haberlo invitado a sentarse, Confucio
le preguntó “¿Cómo está tu señor?” El mensajero respondió: “Mi señor desea
cometer menos errores, pero todavía no lo ha logrado”.
Cuando el
mensajero se marchó, el Maestro comentó “¡Qué buen mensajero!, ¡qué buen
mensajero!”.
El Maestro
dijo “No es vuestro anonimato lo que debe perturbaros si no vuestra incompetencia”.
El Maestro
dijo “Exigid mucho de vosotros mismos y poco de los demás. Así evitaréis la
insatisfacción”.
Confucio dijo "Si sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que al principio"
Confucio
dijo “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti, ni te
hagas a ti mismo lo que no le harías a los demás”
Confucio
dijo “Tres clases de amigos son beneficiosos; tres clases de amigos son
dañinos. Es beneficiosa la amistad con las personas rectas, dignas de confianza
y cultas. Es dañina la amistad con personas tortuosas, halagadoras y falsas”.
Confucio
dijo “Quienes poseen el conocimiento innato pertenecen al rango más alto. A
continuación vienen los que adquieren el conocimiento a través del aprendizaje.
Los siguientes son aquellos que aprenden a través de las vicisitudes de la
vida. En la categoría inferior están las personas ordinarias que atraviesan las
vicisitudes de la vida sin aprender nada”.
Confucio con sus discípulos, ilustración |
María Arias Antoranz