El entrenamiento y aprendizaje del Kau-Da siguió durante toda esa semana, que fue muy intensa, todos los días íbamos a la 13:00 al templo para estirar y repasar, la las 14:00 en punto llegaba el maestro, entrenábamos con él sin un minuto de descanso hasta las 15:00 y luego nos quedábamos repitiendo un rato la forma y hablando con los otros maestros que pasaban por el Hung Sing y aprovechando todo lo que podíamos.
En esos días me quedaron unas cuantas cosas muy claras:
Primero: El Choy Li fut en general y el Hung Sing Choy Li
Fut en particular, es un sistema extremadamente efectivo, pensado para acabar
con una pelea en uno o como mucho dos golpes y para ser eficaz contra más de un
oponente. A veces puede ser visualmente muy estético, pero no tiene por qué
serlo y desde luego esto no se puede ser un objetivo en sí mismo. La
consecución de la potencia, la fuerza relajada, la ausencia de rigidez y el
entendimiento más profundo del sistema, sí es un objetivo.
Segundo: Que hemos tenido suerte con el kung fu que nos ha
llegado, tenemos unas buenas bases, tanto físicas, como de posiciones, técnicas
y también de respeto. Visto lo visto por ahí en muchas otras escuelas, tenemos
también una gran suerte de tener un maestro que se rige en la enseñanza por lo
mismo que vimos allí. Nosotros jamás hemos pagado por un hacer un examen y
jamás hemos pagado por aprender una forma en nuestra propia escuela, la única
manera de que nuestro Sifu te enseñe una forma es que estés preparado para
hacerla y que lleves bien entrenada la anterior. Dicho esto, lo de Foshan,
respecto a las artes marciales en general, es otro nivel. Poniendo un símil
baloncestístico nosotros seríamos una buena ACB y ellos la NBA, se puede pasar
de una liga a la otra, pero el que es el mejor en la ACB es uno más en la NBA y
esto es así.
Tampoco es cuestión de compararse y mucho menos con un Sifu
como He Chao Hua, ya que los que tienen ese nivel son “maestros de maestros”, y
hasta gente que lleva dando clase más de 20 años y de gran reputación van hasta
allí a aprender, así que lo que hay que hacer es abrir bien los ojos y aprovechar al máximo.
Aquí os dejo un video recopilación de lo que fui grabando
esos días y que muestra un poco lo que fue el entrenamiento con Sifu He Chao
Hua, a veces una imagen vale más que mil palabras…
Por comentar algo del vídeo, por ejemplo, en el segundo 48
el Maestro hace una demostración de un movimiento y dice “bu hao 不好”, que significa que así no está bien, y a
continuación lo hace como debería ser. Esto me parece muy significativo porque
según vimos hay veces que la ejecución estética de un movimiento es buena, pero
eso no significa que sea buen Choy Li Fut, sólo lo parece.
Por lo demás, dentro de lo que es el
propio templo, tuvimos la suerte de coincidir, esta vez bastantes más días con
Sifu Wong, el máximo responsable del Hung Sing Kwoon junto con el Maestro He.
Una vez más, no deja de sorprenderme la cercanía y la naturalidad de estos
maestros de tan enorme nivel. Ahora mismo no hay nadie por encima de este
maestro en lo que a Hung Sing Choy Li Fut se refiere, como mucho habrá un par
de Sifu que estén a su altura en King Mui y puede que otros dos o tres fuera de
China (aunque un maestro que está fuera, incluso de gran nivel, nunca se
considera tan importante como los que se quedan allí manteniendo la esencia en
el lugar de origen), sin embargo es difícil encontrar a una persona más cercana
y risueña que el Maestro Wong, si bien cuando habla o hace algo de Choy Li Fut
emana una grandísima autoridad.
Como muestra de esto, un día, justo
cuando ya nos íbamos, apareció otro Maestro en el Templo, no sabemos bien de
qué estilo era, porque únicamente le vimos manejar un arma, el látigo, pero no
el de 9 secciones, sino un látigo clásico, de cuero. Nos enseñó fotos de él
actuando con el látigo por todo el mundo, así que se le podría considerar un
especialista.
En cuanto sacó el látigo Sifu Wong no
pudo resistirse a probarlo, al ser un arma nueva, tenía que empezar de cero, y
lo hizo con la misma ilusión que un estudiante.
Aunque es bien cierto que en nuestra
escuela también somos así, y todos los días al acabar de
entrenar lo primero que hacíamos era hablar por internet con nuestro Sifu y
hermanos, que siempre estaban deseosos de oir y ver lo que habíamos hecho, Rubén
y yo nos quedamos estupefactos mirando al Maestro Wong, acostumbrados a ver en
Europa a maestros que se dan tantos aires de grandeza y a oir “yo soy el Maestro,
¿Cómo vas a enseñarle al Maestro?” vimos como Sifu Wong cogía el látigo,
escuchaba las explicaciones y, con la puerta abierta, porque allí lo de la
puerta cerrada no existe, con nosotros grabando, con turistas entrando, se
ponía a practicar como un principiante, se reía, con esa risa poderosa que
tiene, y disfrutaba. Hay que decir que la calidad se impone y a los cinco
minutos ya se pasaba el látigo por encima de la cabeza como si nada, lo hago yo
y me saco un ojo. Pero lo más increíble al verle así es darse cuenta de que un
gran maestro no tiene nada que demostrar, y los que se niegan a seguir
aprendiendo, quizá lo hagan para esconder sus inseguridades o sus carencias
Para que se vea como fue la cosa, aquí os dejo un video
(asombroso también como consiguen entrenar sin soltar el cigarro) en el que se
ve al Maestro del látigo, a Sifu Wong y a Rubén practicando. En resumen, un día
divertidísimo.
El regalo para Sifu Javier Marcos |
Además visitamos la maravillosa pagoda del centro de la ciudad, volvimos a ver al Dios del Norte en el Templo de los Antepasados y fuimos a visitar los museos y tiendas de cerámica de la ciudad, donde encontramos el regalo perfecto de Navidad para nuestro Sifu, de parte de toda la Escuela Hung Sing Dragón Blanco, una preciosa figura que representa la danza del león con todo detalle.
Resultó que Foshan es, además de la ciudad de las artes
marciales, la de la cerámica, sus Maestros Ceramistas son conocidos en toda
China así que fue un motivo más para disfrutar del viaje.
Además de todo esto, teníamos especial interés en recibir un
buen masaje que nos ayudará a sobrellevar el entrenamiento, así que le
preguntamos a Sifu Wong acerca de unos carteles que había en el templo en el
que se veía a varios de los maestros tratando a pacientes. Sifu Wong, amable como
siempre, nos escribió la dirección de ese lugar, donde dan masajes y enseñan a
darlos parte de los maestros de Hung Sing Kwoon, así que al día siguiente
fuimos en busca del local, y así descubrimos otro lugar maravilloso del Hung
Sing Choy Li Fut, el Hung Sing Tong… (CONTINUARÁ)
Para leer la primera parte de la crónica pinchar en el siguiente enlace:
Crónica del viaje a China (2014), 1ª parte
Para leer la primera parte de la crónica pinchar en el siguiente enlace:
Crónica del viaje a China (2014), 1ª parte