martes, 20 de agosto de 2013

CRÓNICA DEL VIAJE A CHINA, 4ª PARTE



ENSAYO EN LA ÓPERA
MUÑECO DE LA ÓPERA
Los demás días que pasamos en FoShan transcurrieron rápido,  como en un sueño, ya más relajados nos dedicamos a entrenar la forma en profundidad, a aprender bien cómo manejar el palo, en mi caso a tratar de recordar los movimientos y en el de Rubén a hacerla rápido y fuerte como todos lo hacen allí. También aprovechamos para disfrutar más del parque, para ir varias veces al edificio de la Opera Cantonesa, donde ya nos saludaban, para conocer mejor al resto de personas que pasaban todos los días por el templo, para probar la comida de la zona y en una palabra, para disfrutar y exprimir al máximo esta experiencia increíble.

PARQUE DE BAMBÚ
Es realmente difícil relatar en una pequeña crónica todo lo que vivimos allí, no puedo acabarla sin contar, por ejemplo, el día que conocimos al sifu Wong Zhen Jiang, el otro maestro, junto con He Chao Hua máximo responsable de la escuela de Foshan, un hombre risueño y lleno de vitalidad que con sólo un saludo nos demostró lo que es el Fa-Jin, cuando compramos las camisetas para el Sifu y los compañeros de Dragón Blanco, tratando de entendernos con las tallas y que acabó con el Maestro He y la Maestra Zhou, mujer de armas tomar, midiéndome la espalda
EL ALTAR, CON NUESTRO RAMO
para averiguar que camiseta me daban, el día que llevamos un precioso ramo de flores al altar, antes de empezar la clase, y Sifu He nos correspondió entregándonos incienso para ponerlo de ofrenda, allí, en el mismo altar donde habrían estado el GM Hu Yuen Chow, Chan Ngau Sing, el sucesor de Jeong Gim y el Gm Lau Bun (para mí, el momento más emotivo de todo el viaje), el día que conocimos a otro alumno de Sifu He, de la misma edad que Rubén, que hablaba inglés perfectamente y con el que hubo un poco de competición sana de “yo hago una forma, tú haces una forma” o el día que el Sifu me llevó donde los maestros antepasados para explicarme quien era su padre, uno de los maestros más importantes de toda la historia del linaje… Esto fue muy especial para mí, primero porque me pareció un gesto entrañable sin ser en absoluto edulcorado y segundo porque me di cuenta de que hay muchos grandísimos maestros por ahí, pero difícilmente tendremos la oportunidad de conocer a alguien cuyas raíces sean tan puras y cuya vida haya estado ligada desde siempre a la esencia del Choy li fut como lo está Sifu He Chao Hua.

SIFU LIU Y UN ALUMNO DE SIFU HE
REPASANDO CON SIFU HE

 Lamentablemente, todo llega a su fin, y hubo que despedirse, antes de esto, Sifu He le hizo un gran regalo a Rubén, por su esfuerzo titánico, le regaló uno de los palos con los que habíamos entrenado, para poder seguir practicando aquí, este palo lo trajo, además, específicamente para él, el Maestro Zhang, un amigo suyo, también experto en Choy Li Fut, que estuvo todos los días por allí observándonos con su gran sonrisa, se lo lijó y dejó perfecto para evitar cortes. Y así, con la promesa de volver y de escribirle, Sifu He se marchó y nos dejó en el templo para que pudiéramos despedirnos y marchar para Guangzhou.
ÚLTIMOS DÍA EN FOSHAN, ENTRENANDO EL SABLE
En poco más de dos días estábamos de nuevo en Hong Kong, nos habíamos guardado el último domingo allí para poder ir al Kung Fu Corner, la mítica exhibición de kung fu que se hace todas las semanas en Kowloon Park, uno tras otro fuimos viendo participantes de yang tai chi chuan, win chun, chen tai chi chuan, estilo de la mantis y para alegría nuestra, una escuela de Choy Li Fut.

 
 VIDEO RESUMEN, SOBRE TODO DE CHOY LI FUT,  DE LO QUE VIMOS EN EL KUNG FU CORNER

Empezamos a hablar con uno de los participantes de tai chi (habíamos vuelto a
Hong Kong y por lo tanto a poder comunicarnos en inglés), Rubén le dijo que hacíamos Choy Li fut… y de pronto sin saber cómo, cuando el kung fu corner acabó, nos vimos rodeados de maestros curiosos que venían a preguntarnos y a interesarse, entre ellos estaba el Sifu de Choy li fut de la exhibición, un hombre sonriente de fuerza poderosa, el Tai Sifu, que era lo que para mí debería ser un gran maestro siempre, era un hombre de edad avanzada aunque nadie lo diría, delgado, elegante, amable pero serio, con una técnica tan depurada como sólo puede tenerla quien lleva décadas y décadas entrenando en el corazón mismo de las artes marciales.
SIFU LI Y SUS AMIGOS
Pero además de estos maestros, había otro, Sifu Li Chiu, también de Choy Li fut, en aquel momento pensaba que después de lo vivido en FoShan difícilmente iba a impresionarme de nuevo, pero lo cierto es que no hay adjetivos para describir la fuerza, la alegría, la pasión desbordante, contagiosa, la sonrisa, la rapidez y fluidez de movimientos y la magia desbordante del Sr Li.
Eran las 4, y una vez más sin comer, cuando conocimos a Sifu Li, nos dieron allí las 6 y jamás dos horas se me han pasado tan rápido. No sé cómo pasó pero acabamos allí hablando y riendo con él y sus amigos, que venían todos del kung fu corner y cada uno hacía un arte marcial. Rubén y Sifu Li conectaron desde el primer momento en el que le pidieron a Rubén que demostrase su choy li fut.

Con un método curioso de traducción pues Sifu Li hablaba en chino a uno de sus amigos, que me hablaba a mí en inglés y yo a Rubén en español, fuimos manteniendo una conversación, para empezar, su primer maestro había sido Chan Yiu Chi (Rubén creo que aun no ha cerrado la boca tras oír esto), por lo que a Chen Yong Fa le llamaba su “Shidi”, hermano pequeño de escuela, después había estado largo tiempo con el GM Wong Gong, por lo que también llamaba Shidi al GM Wong Doc Fai, ambos son más jóvenes que él, aunque por su forma de moverse y su vitalidad nadie le echaría más de 50 años.
Le estuvimos contando que veníamos de FoShan, nos dijo que conocía al Sifu He y nos enseñó su móvil en el que en un apartado ponía “Foshan” y uno tras otro el nombre de todos los maestros. Increible.
Pero no tanto como su Choy li fut, en un momento montó allí mismo una clase improvisada, era tan rápido que sólo podíamos ver el final del movimiento y avanzaba de tal forma que Rubén sólo podía retroceder poniendo los cinco sentidos si quería esquivarle.
Aquellas fueron unas horas mágicas, pues todos los amigos de Sifu Li eran igualmente encantadores, nos enseñaron fotos, nos hicieron formas... ¡hasta bailamos!, me reí tanto que olvidé el terrible calor y el hambre, sólo siento que la única tarjeta que nos llevamos fue la de Sifu Li, quien, cúmulo de sorpresas, resultó ser además director de cine en Hong Kong.
Nos enseñó su tarjeta de miembro de la asociación de Cine de Hong Kong, la misma de Jackie Chan o Bruce Lee, era para no creérselo, pero cierto.
Nos despedimos de todos con la promesa también de escribir, y Li Chiu con la promesa a Rubén de que si podía le cogería para aparecer en una película allí, ¿podrá ser esto verdad? ¿será demasiado complicado? Es difícil de saber, pero de momento puedo decir que más o menos cada semana o dos semanas nos escribe, así que quien sabe, la película no sé, pero seguir en contacto con él y volver a verle en cuanto se pueda, eso es algo seguro.

PEQUEÑA MUESTRA DE LO QUE FUE ENTRENAR CON SIFU LI CHIU Y SUS AMIGOS

Y así termina nuestra crónica en China, al día siguiente cogimos el avión de vuelta a Madrid, con nuestros recuerdos, nuestros regalos y nuestros palos, muchas anécdotas se han quedado en el tintero, pero espero que la hayáis disfrutado, pues para nosotros siempre será un viaje inolvidable.


María Arias Antoranz


1 comentario:

  1. Acabo de terminar de leerme los 4 episodios de vuestro viaje a china... y me he quedado A-LU-CI-NA-DO.
    Me alegro mucho por vosotros!!

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