El abanico o Shan es un arma de corto alcance que surgió en los sectores más cultos de la sociedad china, entre los que no era bien visto llevar armas en público. El abanico constituía un complemento habitual utilizado para refrescarse que a priori no podía ser considerado como un arma pero que, sin embargo, se convirtió en un instrumento muy peligroso en manos de un experto, con muchísimas aplicaciones. Así, el papel de los abanicos normales se sustituyo por seda resistente y el bambú del armazón se reemplazó por acero.
Abanico de hierro y seda.
peso 400 gr. alto 35 cm ancho 64 cm
Imagen extraida de la página www.taijiquan.info
peso 400 gr. alto 35 cm ancho 64 cm
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Como hemos dicho, se trata de un arma muy versátil. Con él plegado se puede golpear tanto con el clavillo, que es la parte compacta donde se unen las varillas, como con el otro extremo, además de con el propio haz de varillas (Dan-lan, por ejemplo). También cerrado y apoyado en el antebrazo puede utilizarse para bloquear golpes o incluso ataques con armas de mayor envergadura, o usarse asido por la mitad como extensión de la mano para enganchar (kau), inmovilizar o torcer articulaciones, de acuerdo con lo que se denomina Chin-na.
En ocasiones, los bordes de este arma se afilaban como cuchillas de afeitar o se dotaban de forma puntiaguda para atacar con ellos diversos puntos vitales, como la garganta o la ingle. Los cortes se podían practicar aprovechando el mismo movimiento de abrir el abanico. Esta maniobra de apertura podía constituir en sí misma también un elemento de distracción cuando se hacía de forma súbita frente al rostro del contrario entorpeciendo su visión, acentuada por el peculiar ruido que produce al abrirse de forma repentina.
Los objetivos a la hora de golpear son diversos puntos de acupuntura los cuales, como es sabido, pueden usarse tanto para curar como para dañar e incluso causar la muerte. Esto constituye un área con entidad propia dentro del kung-fu conocida como Dim-mak.
Tal vez la forma más emblemática que se ejecuta con este arma sea la del "Abanico del Dragón Dorado" o Gum Loong Sin. Esta forma proviene de Chan Koon Pak, hijo del fundador del sistema choy-li-fut Chan-Heung. Chan Koon Pak la transmitió a Chan Cheong Mo y éste a Wong Gong. Este, a su vez, la enseñó al Gran Maestro Doc-Fai Wong. En última instancia, se dice que la forma procede del propio monje Choy Fook, uno de los maestros de Chan-Heung.
Es una forma netamente marcial, de movimientos precisos, sin adornos, y donde el concepto de fuerza relajada es omnipresente. Muchas de las técnicas se originan desde la muñeca. El conocimiento profundo de la misma puede habilitar al practicante para utilizar las técnicas que recoge con objetos cotidianos hoy en día como, por ejemplo, un periódico enrollado o incluso un bolígrafo.
La forma del Abanico del Dragón Dorado es muy importante para el entrenamiento del Dim-mak ya que incide en el conocimiento de los 12 meridianos principales, los puntos de presión ubicados sobre éstos más relevantes y el horario de los ciclos energéticos. Hay que tener en cuenta que el Chi o energía vital discurre por los distintos órganos a través de los meridianos siguiendo un ritmo regular. Los chinos dividen el día en doce horas y asignan un meridiano a cada intervalo de dos horas. Es durante esas dos horas cuando pasa mayor caudal de chi por ese meridiano. Por ejemplo, a mediodía el corazón alcanza su punto álgido mientras que la vesícula biliar lo hace a medianoche. A partir de aquí, era posible determinar el punto y momentos precisos en que convenía aplicar una técnica.
En definitiva, se trataba de causar diferentes desórdenes energéticos en el enemigo, alterando el libre fluir del Chi. Ya sea impidiendo que alcance ciertos órganos, invirtiendo su circulación normal o directamente provocando que el chi abandone el cuerpo, dejando a la persona débil e indefensa en el corto plazo.
Antaño se aprendía junto con esta forma el empleo de las hierbas medicinales necesarias para regularizar el flujo de chi perturbado. Esta asignatura, llamada Dit Da, estaba envuelta en el secreto ya que cada Maestro poseía su propia fórmula, según le había sido transmitida desde generaciones anteriores. Y hay que decir que la propia forma del Abanico del Dragón Dorado participaba de ese sigilo, habida cuenta de los peligrosos conocimientos que encierra y de la posibilidad de que se hiciera mal uso de los mismos. Así, sólo los alumnos de confianza podían acceder a ellos.
Para el adecuado entrenamiento de esta forma se recurría al muñeco de Cobre o Tung Yen Jong con el objetivo de trabajar la precisión. Era un muñeco similar al utilizado para enseñar acupuntura, que tenía dibujados los meridianos y sus puntos correspondientes. Se practicaban orificios en estos puntos de presión y se taponaban con cera. El muñeco, hueco en su interior, se llenaba de tinta por un orificio en su parte superior. Si el estudiante golpeaba correctamente sobre los puntos, la cera saltaba hacia fuera provocando que la tinta saliera por el punto de presión; pero si la técnica era incorrecta o demasiado fuerte, la cera se introducía todavía más dentro del muñeco impidiendo que saliera la tinta.
El abanico utilizado el Abanico de Hierro o Sim.El conocimiento profundo de esa forma y de todo lo que conlleva, según lo explicado anteriormente, es obvio que sólo se puede y se debe alcanzar de un Maestro. Intentar aprenderlas por otra vía no sólo puede resultar imposible sino incluso peligroso ya que el binomio daño-cura puede quedar roto.
La Asociación Aragonesa de Kung-fu Tradicional Dragón Blanco celebró hace unos años un curso sobre esta forma, impartido por Sifu Javier Marcos. A continuación se muestran algunas fotografías del evento:
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